Competencia pide acabar con el monopolio y falta de transparencia de Ecoembes

El informe de Competencia llega en plena guerra por las cifras que gestiona Ecoembes, la entidad a la que los grandes productores y distribuidores se encargan de esta gestión. Una reciente auditoría encargada por una alianza de organizaciones ecologistas apunta a que España apenas llegó al 36% de recogida separada de botellas de plástico en 2021, muy lejos, aseguran, de la cifra del 71% que maneja Ecoembes. De alcanzarse el 70%, no haría falta implantar un sistema para 'devolver' cascos en el súper, una cláusula que dejó por escrito la ley de residuos (el llamado SDDR). El Gobierno, por su parte, sigue calculando el dato.

«En España, dos sistemas de gestión de residuos de envases [Ecoembes y Ecovidrio] han operado durante décadas en situación de monopolio, sin competir entre sí al estar uno especializado en vidrio y otro en el resto de envases (...) La ausencia de competencia impide que las empresas puedan elegir sistema y desincentiva la eficiencia en la gestión», crítica la CNMC en su informe, en donde alienta a que «para lograr que exista competencia en este sector, es crucial que la regulación y las autoridades la promuevan de forma activa».

Según la CNMC, entre las causas que obstaculizan la entrada de competencias se debe a un sistema complejo y a múltiples actores públicos y privados que se involucran en el gestionamiento de residuos.

En España, según Eurostat, se gestionan unos 183 kg de residuos de envase por habitante en 2021, lo que equivale a unos 8,6 millones de toneladas de residuos de envases. La recogida, traslado, separación y clasificación de los residuos son responsabilidad de los ayuntamientos y administraciones públicas, de manera que son los encargados de su organización. Pero la normativa establece que los costes deben correr a cargo de las empresas que los generan. Esos pagos, para que sean dirigidos hacia los ayuntamientos, se hacen a través de organizaciones denominadas los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAPs), como Ecoembes y Ecovidrio.

Además, el informe pide específicamente mejorar la transparencia. «Se recomienda, primero, introducir una regulación específica en materia de trazabilidad de residuos de envases por parte de todas las CC.AA. Segundo, elaborar un programa estatal de caracterizaciones periódicas de residuos de envases. Y, en tercer lugar, otorgar al Ministerio competente la capacidad de pedir auditorías a productores específicos». Una recomendación que llega justo cuando las cifras de reciclaje de Ecoembes están en entredicho.

Y, añade, sería necesario prevenir y remediar conflictos de interés, en particular respecto a la participación de asociaciones en las entidades encargadas de la gestión de residuos y en el caso de que los recicladores se tengan que adherir a estos organismos.