Sin comer, sin mantas y sin un destino claro: así han pasado la noche niños españoles de 12 años en el aeropuerto de Berlín

Los jóvenes del IES Alpedrete aseguran a ABC que han pasado una de las peores noches de su vida. Todo ello tras disfrutar de una semana de intercambio en el pueblo de Neuruppin, donde pudieron sentir la experiencia de ser estudiantes alemanes. Sin embargo, cuando ya volvían a sus casas en el municipio de la Comunidad de Madrid, les avisaron de que tenían que pernoctar en el aeropuerto de Berlín tras cancelarse su vuelo de regreso a España.

En un primer momento su vuelo se retrasó —estaba programa a las 19.55—, para que, finalmente, a las once y media de la noche les avisaran de su cancelación. Según les informaron, se debía a un fallo técnico. No recibieron más información por parte de la aerolínea, pese a la insistencia de las tres profesoras que acompañan a los treinta alumnos de 2º de la ESO. Marta Vega, una de las profesoras, no descarta que las condiciones meteorológicas tuvieran que ver, porque hubo una tormenta eléctrica.

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Tras saber que quedaban en Berlín mínimo una noche más, se preguntaron dónde iban a poder descansar. La respuesta que recibieron fue que, al ser un grupo numeroso, no les podían reubicar en un hotel como hacen normalmente en los casos en los que son una pareja o un solo viajero. «Tampoco nos dieron mantas, ni nada para cenar. Fue un desastre», lamenta Vega.

Las profesoras intentaron hacer lo mejor posible para que los alumnos estuvieran calmados y pudieran descansar, pero aseguran que el descanso fue «muy escaso». «Además de los fuertes ruidos de puertas cerrándose y abriéndose y del frío que pasamos en el suelo, tuvimos que lidiar con varios trabajadores del aeropuerto que querían que durmiéramos fuera», comenta profundamente enfadada Vega. «había mucho cansancio entre los alumnos anoche, pero han llevado esta situación con bastante entereza», apunta orgullosa la profesora.

Los padres se pusieron de acuerdo en difundir la situación para ver si de esa manera la aerolínea hacía algo por el grupo de estudiantes y sus maestras. Borja Vilches, padre de uno de los alumnos, comenta que el problema añadido es que los hoteles en Berlín «están a tope estos días» por un evento deportivo. «Mis hijos no pudieron cenar nada, y ahora por la mañana están yendo por turnos a las cafeterías de la terminal para tomar algo caliente», comenta Vilches.

El instituto, por su parte, se hizo eco de madrugada de la situación por redes sociales. «Nuestro vuelo de vuelta se ha cancelado y no nos dan ningún tipo de solución. Nos encontramos indignados y nos sentimos totalmente desamparados», informaron a través de su cuenta de Twitter.

Por suerte, esta historia tiene un final feliz: «Finalmente y después de la noche de pesadillas que hemos vivido nos fletan un avión de vuelta a Madrid a las 11:45», explica emocionada Vega.

Las profesoras no habían dormido en toda la noche por la incertidumbre de qué iba a pasar hoy, pero ahora por fin ven la luz al final del túnel. Sin embargo, no están conformes con cómo se han desarrollado los acontecimientos, y aseguran que van a reclamar. «Esperamos que se nos compense el mal trago y la falta de cortesía», afirma la profesora.