ChatGPT también seduce a los maestros: «¿Los alumnos pueden usarlo y nosotros no?»
Más de la mitad de los docentes lo emplean en Secundaria para preparar sus clases o corregir los exámenes
Sin curas ni monjas en las aulas: las congregaciones se deshacen de más de 600 colegios
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUna universitaria en Boston de último curso estaba revisando sus apuntes cuando en una de las diapositivas leyó: «Amplía todas las áreas. Sé más detallado y específico». Después de la indicación, se encontró con un listado de «modelos de liderazgo», junto a su definición y ... una viñeta que ilustraba el concepto. Ella Stapleton, que así se llamaba la estudiante, montó en cólera al descubrir que alguno de los profesores de su reputada escuela de negocios (la de Northeastern) estaba utilizando ChatGPT para preparar las clases. Y ni siquiera había dedicado un minuto borrar la 'huella del delito'.
El caso trascendió en Estados Unidos cuando Stapleton presentó una queja formal ante la universidad y solicitó el reembolso de la matrícula de esa clase. Pero no hubo suerte. Meses más tarde le comunicaron que no le devolverían su dinero, pero el debate sobre el uso lícito o no de la Inteligencia Artificial ya estaba abierto. Sobre todo, por la persecución en las aulas (tanto en las etapas escolares como universitarias) del uso de la IA por parte de los alumnos. «¿Doble rasero? Yo creo que el profesor que no usa ChatGPT lo hace por puro desconocimiento. Darle la espalda a una herramienta así roza la negligencia docente», opina Javier Pérez Martínez, profesor en la ESO y en Bachillerato en un instituto público sevillano. En una encuesta realizada este año por GAD3 para Empantallados, se cifra en un 55% la proporción de profesores que usan «bastante» la IA en su práctica docente. Un 8% asegura emplearla «mucho» y un 26% «más bien poco». La muestra del estudio son profesores de toda España de ESO, Bachillerato y FP con una media de edad de 44,8 años.
Durante el pasado mes de julio, momento en que los docentes se dedican al papeleo burocrático una vez los estudiantes empiezan las vacaciones, las redes sociales se llenaban de comentarios de maestros que 'confesaban' haber acudido a ChatGPT para agilizar algunos informes. «¿Los alumnos pueden usarlo y nosotros no? Si nos quita carga burocrática, ¡bienvenido sea! Deberían ofrecernos alguna formación homologada», opinaba otra docente en un tuit. Un 51% de los docentes estarían, precisamente, empleando esta herramienta para automatizar tareas administrativas rutinarias, según el citado informe de GAD3 sobre el uso de IA en la Educación. Un 53% recurren a la herramienta para elaborar planes de sus asignaturas; un 49% para preparar exámenes y un 29% para corregirlos.
«En estos últimos meses su uso se ha generalizado y cada vez irá a mas. En la mayoría de las ocasiones se recurre a la IA para cuestiones sin un sentido pedagógico y para resolver labores burocráticas, porque es demencial las evaluaciones a cumplimentar que exige el sistema», refiere Mario Gutiérrez, que es el responsable de Educación en CSIF (Central Sindical Independiente de Funcionarios). «Pero puede haber compañeros que se estén excediendo, que no lo estén usando bien», concede Gutiérrez.
«¿Doble rasero? Yo creo que el profesor que no usa ChatGPT roza la negligencia docente»
Javier Pérez Martínez
profesor en la ESO y en Bachillerato en un instituto público sevillano
Javier Pérez Martínez confiesa a este diario que él lo utiliza para «absolutamente todo». «Incluso le pido que me sugiera cómo debo distribuir a los alumnos en el aula para mejorar su rendimiento». A los chavales, eso sí, les obliga a escribir sus redacciones con bolígrafo y en el tiempo de la clase, para que no caigan en 'la tentación'. Uno de los grandes retos de la Educación de hoy es, precisamente, repensar las tareas que deben afrontar los estudiantes para que vuelvan a suponer un reto. En este sentido, según GAD3, un 54% de los alumnos españoles consideran que hay profesores que están pidiendo trabajos que ya no son útiles después de la llegada generalizada de la IA a los teléfonos móviles.
La gran paradoja educativa
En opinión de Ulises Cortés, catedrático en Inteligencia Artificial en la Universidad Politécnica de Cataluña, ninguno de los principales usos que hacen los profesores de ChatGPT es adecuado. «Se está dando una gran paradoja, a veces convenciéndonos de que las cosas que no requieren esfuerzo son mejores. Y esto no es necesariamente así», esgrime. Cortés conoce el caso de colegas en la universidad que lo están empleando para actualizar bibliografías, reorganizar el material de sus asignaturas o plantear y corregir exámenes. «En las aulas se dan muchas idiosincrasias que requieren una adaptación a los perfiles de los alumnos. Si, por ejemplo, das clase a diez grupos diferentes, con sus distintos niveles o ritmos de aprendizaje, la máquina planteará los exámenes de manera ciega, sólo con las indicaciones aportadas, que no siempre reúnen todos los matices», defiende.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete