Qué es el botulismo: tipos, síntomas y gravedad

El botulismo en una afección poco frecuente pero cuyas consecuencias pueden ser incluso mortales. Existen, además, distintos tipos dependiento del origen de la infección: por ingesta alimentaria, botulismo infantil, botulismo por heridas, por inhalación o, como en este caso, iatrogénico.

Este último caso tiene lugar cuando se inyecta una cantidad excesiva de toxina botulínica para determinados tratamientos estéticos o médicos para tratar por ejemplo las migrañas, aunque en este caso se ha producido a la inyección de la toxina en el sistema digestivo. La OMS ya alertó de presencia de lotes falsificados de un producto de neurotoxina botulínica en 2022 que, si bien no se ha confirmado que sea responsable de los casos detectados, explicarían una posible infección.

En los casos de botulismo, la toxina ataca los nervios del cuerpo y puede causar dificultad para respirar, parálisis muscular e incluso la muerte.

Este tipo de botulismo puede ocurrir al comer alimentos que han sido contaminados con toxina botulínica, producida por la bacteria Clostridium botulinum habitualmente, al ser envasados de forma incorrecta. Según la OMS, algunos de los alimentos donde se puede encontrar esta toxina son algunas conservas vegetales con bajo grado de acidez, tales como judías verdes, espinacas, setas y remolachas; pescados, incluido el atún en lata y los pescados fermentados, salados y ahumados; y productos cárnicos, por ejemplo, jamón y salchichas.

«La toxina producida por la bacteria que crece a partir de las esporas en condiciones anaeróbicas se destruye mediante el hervor (por ejemplo, a una temperatura interna superior a los 85ºC durante al menos cinco minutos)», por lo que los casos de botulismo de transmisión alimentaria frecuentemente guardan relación con alimentos listos para el consumo empaquetados con poco oxígeno.

El botulismo en lactantes suele afectar a niños menores de seis meses. A diferencia del botulismo de transmisión alimentaria, causado por la ingestión de toxinas previamente generadas en los alimentos (véase el párrafo a. anterior), este se produce cuando los lactantes ingieren esporas de C. botulinum que germinan como bacterias, colonizan el intestino y liberan toxinas.

Afecta a los lactantes puesto que en niños mayores de seis meses y en adultos, las propias defensas naturales del intestino impiden la germinación y el crecimiento de la bacteria.

Este tipo de botulismo se produce cuando las esporas entran en una herida y pueden reproducirse en un medio anaeróbico. Los síntomas son similares al botulismo de trasmisión alimentaria, pero pueden tardar hasta dos semanas en aparecer. Se ha relacionado principalmente con el abuso de ciertas sustancias como la inyección de heroína black tar.

Aunque es muy infrecuente, puede ocurrir una infección tras inhalar la sustancia, pero no se produce de forma natural, sino que se asocia a sucesos accidentales o intencionales (como el bioterrorismo) que dan lugar a la liberación de las toxinas en aerosoles.

Las manifestaciones son similares a las que se producen con una intoxicacion alimentaria, pero la dosis letal se ha estimado en dos nanogramos de toxina botulínica por kilo de peso corporal, lo que corresponde aproximadamente al triple que en los casos de trasmisión alimentaria. Tras la inhalación de la toxina, los síntomas aparecen después de uno a tres días.