Palma recupera el uso del castellano con los ciudadanos y borra el '.cat' de su web

El nuevo Consistorio ha modificado el reglamento de normalización lingüística, vigente desde 1987, para que la administración municipal pueda responder a los ciudadanos en castellano sin que haya una petición expresa previa. Esta normativa ha servido a los partidos de izquierda para imponer el monolingüismo en los últimos años.

«Se ha de hablar en catalán con los ciudadanos, y en castellano sólo si piden ser atendidos en esta lengua», fue uno de los 'mandamientos' establecidos por el anterior Ejecutivo liderado por el socialista José Hila, que restringía el uso del español sólo para circunstancias excepcionales. El reglamento no intervenía en la lengua en que se expresaran los ciudadanos.

El alcalde y sus socios nacionalistas llegaron a mandar un correo a todos los empleados públicos de Palma en 2021 para recordarles que el incumplimiento de esta normativa lingüística –es decir, iniciar las conversaciones en castellano o responder en esta lengua– creaba «molestias a la ciudadanía».

Obligaban a que los escritos «tanto internos como externos» del Ayuntamiento debían estar en catalán, así como los convenios y los contratos públicos salvo que el destinatario fuera «una entidad que solicitara una versión en castellano». También se recalcaba que era la versión catalana de los documentos «la que debía ofrecerse a la ciudadanía».

La alianza PSOE-Més-Podemos sacó al PP de la institución en 2015 y la instrucción que permitía a los funcionarios hacer el trabajo interno en castellano quedó derogada. Desde entonces, tanto el socialista José Hila (que gobernó de 2015 a 2017, y de 2019 a 2023) como el nacionalista Antoni Noguera –alcalde de 2017 a 2019– pusieron en marcha todo tipo de medidas para «impulsar el conocimiento y el uso de la lengua catalana en todos los ámbitos y sectores de la sociedad y promover la participación ciudadana en el proceso de recuperación lingüística».

Eliminaron, incluso, la versión castellana de los Premios Ciutat de Palma. El PP se comprometió a suprimir este reglamento que imponía el catalán con la premisa de que «las dos lenguas deberían estar equiparadas, y no una primero y otra después». Apenas un mes después de llegar a la alcaldía, el gobierno en minoría de Jaime Martínez –tiene 11 de los 29 concejales– cumple su promesa y aplica la oficialidad del castellano con el apoyo de Vox.

La iniciativa propuesta por el partido de Santiago Abascal ha salido adelante ayer con los votos de ambas formaciones políticas, aunque previamente los populares han suprimido la cuestión en la que se pedía el uso del castellano en «toda la práctica administrativa», dado que dependía de la Ley Autonómica de Normalización Lingüística.

De este modo, los ciudadanos podrán dirigirse y ser contestados en cualquiera de las dos lenguas cooficiales sin necesidad de solicitud previa, como ocurría en el caso de los castellanohablantes. PP y Vox han mostrado su sintonía en materia lingüística y también han aprobado cambiar el dominio 'palma.cat' de la web del Consistorio por el de 'palma.es'.

Por otro lado, en Calvià, el municipio más grande de Baleares por detrás de Palma, la acreditación de conocimientos de catalán ya no será motivo excluyente en las nuevas contrataciones en las empresas públicas del municipio.

El gobierno de coalición de PP y Vox ha eliminado el requisito del catalán para trabajar en Calvià 2000 y OhLimpia. El alcalde Juan Antonio Amengual (PP) y la primera teniente de alcalde y presidenta de Calvià 2000 y OhLimpia, Esperanza Catalá (Vox), se reunieron el pasado miércoles con los comités de empresa de ambas compañías municipales para anunciar su decisión. Una medida que ha sido aplaudida por los representantes de los trabajadores, que llevaban «años pidiéndolo».