El negocio de un país viejo: ocho de cada diez plazas de residencia son privadas

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E. M.

Han nacido 53.079 bebés, 1.463 más que entre enero y febrero del año pasado. La Rioja es la que más tirón registra, mientras que Galicia la que más cae

Todos los organismos internacionales han llamado la atención por lo «escandaloso» del bajón que ha experimentado la natalidad nacional desde unos años atrás. El informe 'Focus on Spanish Society' que publicó el centro de análisis Funcas el pasado mayo dice que España e Italia son los países con mayor desaceleración de toda la UE en ese tramo de edad hasta el punto de que eran solo el 3,7% de toda la pirámide poblacional en 2023, cuando España tenía un 5% en 2014. La proporción de niños de 0-4 años en Europa cayó en ese periodo del 5 al 4,6%, destaca el estudio. El descenso fue «particularmente pronunciado» en España, aunque el informe recoge que «los niños son cada vez más raros en la mayoría de los países europeos». El documento señala que en «Asturias, Galicia, Castilla y León, Canarias y Cantabria» la franja no llega a representar el 3% de sus territorios; del lado contrario se sitúan Andalucía, Baleares y Murcia, con un 3,8%.

En estos momentos, y siempre según las estadísticas oficiales (que facilitan a ABC las consejerías de las comunidades, el INE, el Ministerio de Educación y el Imserso del Ministerio de Derechos Sociales), hay 10.962 guarderías distribuidas por todo el país frente a 5.188 centros de atención residencial a mayores. Los niños en esa etapa son 471.099 y el 51,2% de las plazas que ocupan son públicas. La ratio es de 43,6 por centro.

Según un informe anterior de Funcas respaldado por los datos de la la OCDE, España está a la cola en oferta de guarderías públicas. Solo un 6% de las plazas que ocupan los menores de 3 años están subvencionadas para el bolsillo de los padres; frente al 100% de Suecia. Primer problema. Desde la Federación de Enseñanza de CCOO, Alonso Gutiérrez destaca la situación dispar entre autonomías, que deciden si la gestión es gratuita o no y la delegan también en los entes locales. Por ejemplo, en Galicia, País Vasco, Canarias y Castilla y León todas las plazas son gratuitas. Otras financian por tramos o edad (como Asturias, Cantabria o Cataluña). En la pública hay gran escasez de plazas, acredita Gutiérrez en un trabajo del sindicato y la mayoría de vacantes siguen siendo concertadas o privadas. La mayoría de los padres llega a inscribir a los niños en las guarderías por miedo a quedarse sin ellas incluso antes de que nazcan. En Cataluña y Madrid todos los años se quedan fuera miles de familias de la oferta disponible.

Por su parte, los mayores institucionalizados ocupan 381.514 plazas y la ratio media es de 73,6 plazas por residencia pública, el 22,7% de las plazas son de titularidad pública (77,3% privadas, 4.009 centros del total). Dice José Manuel Ramírez, presidente del Observatorio Estatal de la Dependencia, que al menos faltan 30.000 plazas solo para cubrir a los grandes dependientes en lista de espera, la cifra se dispara a 300.000 según la patronal Federación Empresarial de la Dependencia.

En un repaso autonomía por autonomía, el mayor índice de población escolarizada de 0-3 años se encuentra en Andalucía, con 106.619 niños que son llevados a alguna de las 2.381 guarderías; y al revés sucede en Cantabria (3.618 niños), La Rioja (3.650) y Asturias (4.192). Entre las autonomías con menos menores la distribución de recursos también es desigual, puesto que en Cantabria hay 173 guarderías por las 83 del Principado y 74 de La Rioja.

Escasea la oferta de plazas públicas de guardería (alrededor de la mitad lo son); en residencias, el 77,3% de las plazas son de titularidad privada

Al comparar por número de centros, el escenario es que en las poblaciones asturianas hay tres residencias de ancianos (237, con 12.875 usuarios) por cada escuela infantil. También hay ya el triple de ancianos institucionalizados que niños en sus centros.

El análisis de los inmuebles icono de los extremos de la pirámide arroja que solo hay dos comunidades (el Principado y Castilla y León) donde el volumen de residencias de mayores haya superado ya el de los colegios para la primera etapa. En Castilla y León son 654 residencias versus 630 guarderías, aunque según los datos de la Junta los datos resultan bastante parejos. Lo cierto es que por número de plazas ofertadas y de acuerdo con el último censo del Imserso (que se publicó este abril con datos de 2022), hay 41.929 ancianos internos en Castilla y León frente a 17.981 niños, más de 2,3 veces.

Superan también las plazas de ancianos a las de críos en sus centros respectivos en Castilla-La Mancha (25.411 plazas en 411 centros, frente a 16.580 niños en 429 guarderías), Aragón (16.286 mayores y 10.817 niños), Cantabria (5.336 ancianos, 1.5 veces más que niños), y Extremadura (1,3 veces más de mayores, con 11.974 y 8.771), por lo que todo apunta que estas comunidades se unirían en no mucho tiempo al podio de comunidades donde el volumen de residencias supera al de guarderías. De momento no sucede.

Al otro extremo, en Andalucía los niños escolarizados en esa etapa de Infantil cuadriplican a los ancianos internos. Hay más del doble de población infantil en Murcia (10.058 niños y 4.746 mayores institucionalizados), Madrid (85.551 niños en 1.514 guarderías y 46.813 ancianos en 469 residencias, rozando casi las cien personas por centro). En Cataluña la diferencia es de 1,5 veces a favor de los niños: hay 77.340 en 1.596 guarderías y 50.772 mayores en 1.023 residencias (la mitad de usuarios por centro que en Madrid).

En la ratio de guarderías la comunidad que lidera la concentración de niños por escuela infantil es Madrid, con 56,5, seguida de los 52,4 de Galicia (aquí es totalmente gratuita) y 51,5 de Murcia; frente a los atascos más bajos, que se dan en Cantabria, con 20,9 niños por centro; 26,4 en Extremadura y 28,5 en Castilla y León.

*Con información de J. L. Jiménez, E. Armora, T. Jiménez, L. Bautista, M. Amorós, M. Antolín y M. Contreras