Temporal de frío ártico: La Aemet activa el aviso rojo en cinco comunidades por nieve, viento y mala mar

En nivel rojo por nevadas afecta al Pirineo oscense y navarro, el valle de Arán en Lleida y la cordillera cantábrica en Asturias, León y Palencia. En el Pirineo aragonés, la acumulación de nieve se sitúa cerca de los 40 centímetros en lugares como Benasque, y está complicando el tráfico por las carreteras de la provincia, con el cierre del paso del Portalet por riesgo de aludes en el lado francés, el corte de dos tramos de carretera (las autonómicas A-136 desde el kilómetro 21 al 27 en Formigal, y la A-136a, en Sallent de Gállego del kilómetro 1 al 5) y el uso obligatorio de cadenas o neumáticos de invierno en hasta quince vías de la provincia altoaragonesa. Además, en el Pirineo oscense y en el valle de Arán se han registrado temperaturas por debajo de los 10 grados bajo cero en las últimas horas.

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha activado los medios necesarios para hacer frente a las nevadas previstas. El Ministerio cuenta con 866 equipos quitanieves y una capacidad de almacenamiento de 157.256 toneladas de material fundente (sal), según informó el sábado en nota de prensa.

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M. A.

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El viento soplará muy fuerte en Tarragona, Lleida, Girona, Castellón, Huesca, Zaragoza, y Teruel, con rachas que podrían superar los 100 kilómetros/hora, e incluso los 120 en zonas altas. En Astún La Raca (Huesca) se han alcanzado ya los 127,8 kilómetros por hora.

Por otro lado, la totalidad del litoral norte, de las Islas Baleares y Tarragona está en aviso naranja por muy mala mar debido al fuerte viento del nororeste (fuerza 7 u 8 en algunos casos) que puede traer olas de hasta 8 metros. Además, según explica la Aemet en su aviso especial, la masa de aire frío provocará «un descenso térmico notable -de seis a diez grados- en amplias zonas» de la península y Baleares.

Mañana lunes continuará el episodio invernal, con cotas de nieve ligeramente más bajas, entre 600 y 900 metros, salvo en el noroeste donde tenderá a subir ligeramente a los 1.000-1.200 metros. Los mayores espesores se esperan en puntos de la cordillera Cantábrica, donde se podrán de nuevo superar los 30 centímetros, mientras que en el Pirineo las nevadas irán perdiendo intensidad.

No se descarta que, aunque de forma muy débil, las nevadas puedan extenderse a zonas altas de la mitad sur peninsular, y se espera que el temporal tanto de mar como de viento disminuya. A partir del martes 10 de diciembre es probable que penetre una masa de aire más fría, pero más seca, impulsada por vientos del noreste, de forma que las nevadas irán siendo cada vez menos copiosas, dándose por finalizado este episodio invernal.