El Congreso avala el giro del Gobierno en política nuclear y prorroga la vida de las centrales
Una enmienda pactada en la Ley de Economía Sostenible y bendecida por el Gobierno elimina la mención a la caducidad de 40 años y permite renovaciones
El Congreso avala el giro del Gobierno en política nuclear y prorroga la vida de las centrales
Como diría Groucho Marx, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene unos principios (sobre energía nuclear), y si no gustan, tiene otros . El caso es que el viraje del Ejecutivo socialista ha sido espectacular, tan lento como cierto, desde posiciones antinucleares hasta ... otras más próximas al PP, que propician la prórroga de la vida útil de las centrales y que sacan de sus casillas a la izquierda parlamentaria, que ha encontrado otro motivo para distanciarse del PSOE. Al Pleno del Congreso llegó una enmienda pactada por la mayoría de los grupos (y bendecida por el Gobierno), dentro de la Ley de Economía Sostenible, que se aprobó por amplia mayoría y que amplía de golpe el horizonte vital de la energía nuclear en España.
La enmienda «nuclear» se introdujo en el Senado, durante la tramitación de la Ley de Economía Sostenible , más conocida por sus artículos sobre la «ley Sinde» y ahora también por la revisión de la estrategia nuclear. El resto de la ley «estrella» de Zapatero, llamada en sus orígenes a cambiar el modelo productivo de España en tiempo récord frente a la crisis, ha quedado como guarnición. Del texto de la enmienda desaparece toda referencia a los 40 años de vida útil de las centrales nucleares y se deja la puerta totalmente abierta a la prolongación de esa vida. Eso sí, con un lenguaje farragoso que dejaba contentos a casi todos, pero que desataba la confusión en torno al futuro de la central nuclear de Garoña.
La enmienda dice así: «(Las actuaciones de ordenación del sistema energético se orientarán a la consecución de los siguientes objetivos para el año 2020:) Determinar los niveles de participación de la energía nuclear en la cesta de generación energética, de acuerdo con el calendario de operación de las centrales existentes y con las renovaciones que, solicitadas por los titulares de las centrales, en el marco de la legislación vigente en su caso, correspondan, teniendo en cuenta las decisiones del Consejo de Seguridad Nuclear sobre los requisitos de seguridad nuclear y protección radiológica, la evolución de la demanda, el desarrollo de nuevas tecnologías, la seguridad del suministro eléctrico, los costes de generación eléctrica y las emisiones de gases de efecto invernadero, y ateniéndose en todo caso al marco de referencia establecido por la normativa europea vigente».
Cambios de criterio
Se trata del quinto criterio sobre la energía nuclear que sostienen los socialistas en un plazo de año y medio aproximadamente. El lío interno parece monumental. La postura inicial de Zapatero se plasmó en el texto del proyecto de ley de la Economía Sostenible que llegó al Congreso. Entonces el Gobierno defendía «mantener el calendario de cumplimiento de los 40 años de vida útil de las centrales del parque nuclear existentes, de acuerdo con su vida de diseño». Exigía el cumplimiento de requerimientos medioambientales y de seguridad específicos «en los casos de renovación extraordinaria de las concesiones por encima de dicho plazo».
En octubre de 2010, el Grupo Socialista registraba una enmienda donde se eliminaba la prórroga de la vida útil . El Gobierno presentó su propia enmienda, que permitía prórrogas y no fijaba el plazo de la vida útil (desapareció cualquier mención a los 40 años). Pero el Grupo Socialista no aprobó el cambio propuesto por el Ejecutivo, y sacó adelante su propia enmienda (sin prórroga). Ese es el texto que se remitió al Senado. De la Cámara Alta salió el artículo que se aprobó por fin ayer en el Congreso, que elimina el plazo de vida útil y abre la posibilidad de prórroga. Fue pactado por el Grupo Socialista, el el Grupo Popular, CiU, PNV y Grupo Mixto.
La portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, describió así el desbarajuste de los socialistas sobre la energía nuclear: «El Gobierno es a la vez pronuclear, no nuclear y un poco nuclear, en función de a quién le pregunte y qué día se lo pregunte». Santamaría cree que, en realidad, Zapatero «tiene una absoluta falta de criterio».
El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, no entiende tanta polémica. Se empeñó en decir que «de la enmienda no se deduce un cambio de criterio sino un ejercicio de responsabilidad a la hora abordar el suministro y el abastecimiento energético del país». Para Alonso, lo importante es «definir la cesta energética , qué parte del conjunto de la energía que necesita el país tiene su origen en la energía generada por centrales nucleares». Recordó que «se mantiene el consenso para que durante la próxima década esa proporción seguirá siendo del 18 por ciento».
Desde el Grupo Catalán, Josep Antoni Duran i Lleida afirmó que la enmienda aprobada permitirá alargar la vida de la central de Garoña, condenada ya al cierre, algo que negó de forma tajante el portavoz del Grupo Vasco, Josu Erkoreka.
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