El turismo volcánico inunda La Palma: «Hemos pasado de 30 a unos 800 viajeros a la semana»

Antes de que surgiera el nuevo volcán solo tenían planificado un viaje semanal y ahora hacen uno diario de más de 150 personas de martes a sábado que cuesta 99 euros y una experiencia nocturna de entre 50 y 100 turistas por unos 149 euros. «Empezamos a ofrecerlas hace dos semanas y desde el primer día ya teníamos clientes. Ahora se han disparado las reservas. Al principio eran 15 plazas al día y ahora más de 150 y viene gente de todas partes del mundo. Muchos son europeos, pero hemos llevado a turistas que venían de Japón, Brasil y Estados Unidos», indica Lanzone.

Si ver un volcán en erupción ya es todo un hito, verlo nacer «es de tener mucha suerte» , afirma el guía y responsable de la agencia de viajes. Las dos visitas son impresionantes, pero verlo y escucharlo de noche es una experiencia «inolvidable» , según Lanzone. «Una de las turistas que venía de Islandia nos dijo que había visto 15 volcanes en erupción en toda su vida pero que nunca había visto una erupción tan impactante», declara el CEO.

Y es que el turismo es la única opción que tiene la isla por ahora para reactivar su economía . Gran parte de las plataneras ha quedado afectadas por la ceniza, los cortes de agua o directamente por la lava. De hecho, la propia ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, defendió al poco de que comenzara la erupción que podría servir de «reclamo» turístico como ya ocurre en Islandia o Italia. También el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, que al principio estaba asustado, empezó a decir que era necesario mover la economía al ver que la agricultura de la isla estaba muy afectada.

Para contribuir lo máximo posible con la isla y los palmeros, la empresa no solo lleva allí a los turistas, sino que donará una parte de los beneficios obtenidos en la excursión a los afectados . «Por un lado espero que termine pronto este volcán porque está afectando a mucha gente, pero por otro lado cuanto más dure, más turistas vendrán y más podremos recaudar», indica Lanzone dividido.

Mientras dure, su objetivo es que se les note lo mínimo posible , por lo que se dividen en cuatro grupos cuyo itinerario no coindide y así consiguen «no molestar y mostrar el máximo respeto posible», aclara.

«Además de observar el volcán en erupción desde distintos puntos estratégicos fuera del perímetro establecido por las autoridades, visitamos varios lugares de la isla como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, donde se encuentra el Mirador de la Cumbrecita, y vamos también al mirador de la Concepción, que se encuentra en la parte más alta del volcán de la Caldereta para observar la capital de La Palma», explica el guía.

Por el momento la parte de la isla no afectada por la lava hace «vida normal», según Lanzone, quien asegura que « lo peor es cuando el volcán empieza a echar mucha ceniza porque impide transitar algunas carreteras». Es justo por la ceniza por lo que la excursión incluye también el viaje en ferry desde Tenerife. «Es el único medio de transporte que te puede garantizar llegar a la isla porque muchas veces los aviones no pueden despegar. Es como si varias playas de arena estuvieran volando sobre la isla», advierte.