Todas las autonomías imponen sus normas al decaer el estado de alarma

La desescalada en la Comunidad de Madrid tendrá dos fechas clave y un denominador común. El Gobierno regional estableció ayer una primera fase, del 21 de junio al 5 de julio, con restricciones de aforo en espacios cerrados (bares, cines, teatros, toros, comercios, etcétera) del 60%, y una segunda etapa a partir del 6 de julio, en la que se ampliará hasta el 75%. En cualquier caso se mantendrá la utilización de mascarillas y la distancia social de dos metros.

En zonas abiertas las limitaciones serán menores. En concreto, en las terrazas la ocupación será del 80% durante los primeros quince días y, a partir del 6 de julio, podrán estar al 100% de ocupación, siempre que se mantenga la distancia social. En cuanto a educación, las Escuelas Infantiles abrirán a partir del 1 de julio y se priorizará a los alumnos cuyos padres trabajen fuera de casa, mientras que los universitarios terminarán el curso a distancia. El ocio también dará un respiro, así las piscinas recreativas y municipales, junto con los albergues mantendrán por el momento un aforo máximo del 50%. Sin embargo, al menos hasta el 5 de julio las discotecas no podrán abrir.

Con un «choque de hombros» escenificaron ayer Iñigo Urkullu y Miguel Ángel Revilla su acuerdo para reabrir las fronteras entre País Vasco y Cantabria. Un anhelo de muchos ciudadanos vascos que tienen segunda residencia en la Comunidad vecina o bien familiares a los que no han podido visitar desde el pasado marzo. Solo este fin de semana se espera que entre 50.000 y 60.000 coches se desplacen a suelo cántabro, razón por la que Tráfico desplegará un importante dispositivo de seguridad que incluye un helicóptero y un dron.

La posibilidad de desplazarse a Cantabria es la principal consecuencia de la «nueva normalidad» vasca, que aún así conlleva una serie de limitaciones. Entre ellas, la de no superar el 60% del aforo en la mayoría de zonas de ocio o la obligatoriedad de la mascarilla en lugares en los que no se pueda mantener la distancia de seguridad.

Entre las medidas más destacadas de las impuestas por el ejecutivo balear cabe citar las relativas a los locales de ocio nocturno. En el caso de las discotecas, sólo podrán abrir sus puertas las que tengan un aforo máximo de 300 personas y además no estará permitido el baile en su interior. El horario de cierre máximo para los establecimientos de restauración o de oferta lúdica complementaria será el de las dos de la madrugada y, en las zonas costeras estarán prohibidas las «party boats».

La recomendación avalada por la Federación Regional de Municipios y Provincia de suspender todas las fiestas patronales de toda Castilla y León en lo que resta de año es posiblemente la medida más llamativa anunciada ayer por el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, quien confió en que, «incluso por responsabilidad política», se cumpla en todos las localidades con el aviso ya de que el Gobierno regional podría prohibirlas si así lo considera. La distancia social de «metro y medio» es «la base» de la orden presentada ayer por la tarde. Así, tanto los bares como las piscinas y zonas de baño tendrán un aforo máximo permitido del 75 por ciento, mientras que los espectáculos al aire libre -incluido las corridas de toros- podrán acoger hasta mil personas, el doble del máximo permitido en recintos cerrados. En las discotecas tampoco se podrá bailar y su ocupación no pasará del 30 por ciento. En cuanto a las actividades religiosas, también se aplica el 75 por ciento y se recomienda «evitar el coro».

Canarias entrará en la «nueva normalidad» prestando especial atención a los turistas, tanto nacionales como extranjeros, que lleguen a su territorio. Por ello, el ejecutivo regional ha acordado medidas como la toma de temperatura a viajeros o limitaciones de aforo en algunas actividades, además de suspender las fiestas populares. Ante la imposibilidad de realizar test diagnósticos en origen a todos los turistas, el gobierno canario anunció ayer que está negociando un acuerdo con el departamento de Sanidad Exterior del Ministerio que abriría la puerta a hacer test en destino con justificación sanitaria, pero nunca de forma masiva o indiscriminada.

El Gobierno andaluz aprobó ayer más de 400 medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus. La orden aprobada amplía los aforos en comercios, cines, teatros, terrazas bares, restaurantes, piscinas comunitarias, celebraciones como bodas, velatorios, congresos y conciertos, entre otras medidas que serán cambiantes, en función de la evolución de la pandemia. A partir de mañana, con el estreno de la «nueva normalidad», se flexibilizan las restricciones para las bodas, de modo que se podrán organizar eventos con hasta 300 invitados si se desarrollan al aire libre y con un aforo máximo de 250 si éstas se celebran en un recinto cerrado.

El decreto aprobado por la Junta de Extremadura establece para regular la «nueva normalidad», según explicó el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, dos ámbitos de decisión, como son el Consejo de Gobierno o la Consejería de Sanidad. Esto se hace, según especificó Fernández Vara, «por si hubiera que tomar nuevas decisiones de aplicación de la Ley de Salud Pública, caso de que hubiera que tomar algún tipo de restricciones para el ámbito local o familiar».

*Información elaborada por Marta R. Domingo, Adrián Mateos, Josep María Aguiló, Montse Serrador y Antonio R. Vega