Así tienes que abrigarte para «sobrevivir» a la ola de frío

Pero si crees que sacando los jerseys de lana del armario es suficiente, te contamos qué pasos tienes que seguir para no pasar frío, cuáles son los tejidos más adecuados y qué partes del cuerpo tienes que proteger por sobre todas las cosas.

La «cebolla» o las capas :

Seguro has escuchado a alguien decir: «Estoy vestido como una cebolla». Si aún no lo has hecho, es el momento de ponerlo en práctica. El uso de muchas capas permite controlar el frío y la humedad y mantener el calor corporal.

Lo ideal es el uso de tres capas: si se llevan pocas prendas, el cuerpo se enfría de inmediato pero si nos excedemos, corremos el riesgo de empezar a sudar mucho y una vez que este se enfría, podremos acabar pasando más frío que antes de salir de casa.

La primera capa va ajustada al cuerpo y lo mejor es usar una camiseta con mangas largas y pantalones largos. Como explican en la página web «mequieroir.com», su función es absorber la humedad y mantener la piel seca y caliente.

Segunda capa: conserva el calor corporal y aislando la humedad que absorbe de la primera. En este caso, la ropa no debe ser tan ceñida y además deben actuar como cortaviento.

Tercera capa: la más externa, que cubre, resguarda y sirve de barrera contra el viento, la lluvia y la nieve . Tiene que ser impermeable. Los vestidos han de ser holgados para que no presionen las dos capas interiores. Por consiguiente, se recomienda una talla más grande de la habitual.

Proteger las extremidades :

Es fundamental mantener calientes las manos, los pies y la cabeza. Los mitones no te permiten tener un agarre fuerte de los objetos, por lo que resulta mejor utilizar guantes. La gorra debe tener pliegues para las orejas. Y, fundamental, el uso de una bufanda.

También para las extremidades son útiles las capas. Para ello, se eligen guantes muy finos, que se cubren con otros más gruesos (tipo manoplas, por ejemplo).

En los pies se necesitan dos pares de calcetines: los primeros, delgados y ajustados al pie para absorber el frío; y los segundos, preferiblemente de lana, merino u otra fibra natural o sintética, para cumplir una función de aislamiento térmico.

Materiales :

En general, se aconseja el uso de fibras naturales o sintéticas y nunca el algodón que humedece y enfría la piel. Lo mismo sucede con al tela de jean, tal como explican en «Mequieroir»

Para la primera capa es aconsejable el uso de fibras naturales (lana y merino). También las sintéticas, como el poliéster o cierto tipo de membranas plásticas de alta tecnología.

Los abrigos de invierno para la tercera capa suelen confeccionarse con una mezcla de materiales sintéticos y naturales. Por ejemplo, las chaquetas de pieles sintéticas con rellenos de plumas. En verdad, lo elaborado con fibras sintéticas es más ligero.

Para taparnos en la cama, se recomienda lana, poliéster y terciopelo. Las sábanas de poliéster son extremadamente suaves y son muy cómodas, lo cual te puede ayudar a dormir cómodamente.

No subestimar el viento :

Unos cuantos segundos frente a una ráfaga de viento pueden dejarlo frío por el resto del día, así que, es aconsejable tener varias piezas que le sirvan para cubrirse del repentino viento , como una bufanda amplia, una chaqueta con capucha e incluso unos lentes para proteger los ojos.

Buen calzado :

Las botas no solo hacen un excelente trabajo para mantener los pies calientes, sino que van con casi cualquier prenda.

Las botas de tela generalmente son para temporada de otoño. Las botas de invierno deben tener una base fuerte de goma que evite que te resbales sobre el hielo y deben ser a prueba de viento y agua. Las botas deben tener forros de abrigo en el interior. Los calentadores se pueden utilizar por dentro o por fuera de las botas para obtener mayor calor. Mete los pantalones dentro de las botas para mayor aislamiento.

Revisar las etiquetas :

En las etiquetas del vestuario invernal de calidad se identifica el tipo de fibra empleado en su confección, aparte de la defensa térmica que proporciona, indicada en grados Celsius (°C) o Fahrenheit (°F).

Además, puede leerse si es impermeable o resistente al agua. Cuando resiste al agua significa que el tejido ha sido objeto de un tratamiento exterior que facilita el deslizamiento del agua por la superficie.

Lo impermeable contiene membranas de alta tecnología, compuestas por fibras de microporos lo suficientemente pequeños para impedir el ingreso de las gotas de agua.