Subirats, el nuevo ministro de Universidades: «Voy a seguir adelante con la 'ley Castells'»

El nuevo ministro, nacido en Barcelona en 1951, dijo preguntado por ABC a la salida del acto, que seguirá adelante con la norma emprendida por su predecesor, pese a que esta fue contestada por toda la comunidad educativa: «Voy a seguir adelante con la 'ley Castells'». Preguntado por el reclamo que este mismo lunes le hicieron los estudiantes que le pidieron que «reinicie» la norma, Subirats contestó: « Hoy es el primer día, mañana tengo el primer Consejo de Ministros, ya tendremos tiempo para hablar con todos los sectores implicados de la ley ».

Durante su discurso, dijo que « el ministro Castells ha puesto en marcha un ambicioso programa normativo de reforma de la universidad y desde esta base tenemos que avanzar », destacó. Agregó que, en cualquier caso, la universidad «no se puede cambiar por decreto»; la ley tiene que hacer un esfuerzo positivo para que el conjunto de iniciativas que tomemos «ayuden a este proceso de reforma y a mejorar el papel de la universidad». Para él, los temas capitales de los campus son la ciencia ciudadana o el aprendizaje para toda la vida.

Continuó diciendo que «el protagonismo social, la capacidad de fortalacer y transformar la democracia serán elementos claves y, de esta manera, podemos ayudar a dar respuestas a las necesidades de protección que la sociedad expresa y, que a veces encuentra en soluciones simplificadores falsas alternativas de carácter autoritario, ultraideológico que no responden a lo que se debería hacer en la defensa de la democracia».

Subirats dijo que espera «ser capaz de responder junto con el magnífico equipo que dejó Castells» y de «honrar las expectativas generadas» por el exministro. Agregó que espera la universidad «no quede al margen del gran cambio de época que estamos atravesando». «Es una institución milenaria y nos tenemos que enfrentar a retos de gran complejidad que generan miedo e incertidumbre. Por ejemplo, en el ámbito social, el gran aumento de las desigualdades que sigue habiendo y que se constata cada vez más. Creo que esto nos debería preocupar a todos».

También mencionó la emergencia climática : «Es difícil pensar en otro momento de la historia en que la relación entre sociedad y naturaleza haya sido tan puesta en duda y que la propia idea de progreso haya sido cuestionada». Y, respecto al ámbito tecnológico, dijo que «transforma radicalmente el mundo del trabajo y genera, además, incertidumbres y dudas sobre el papel de las personas en el ámbito, tanto de la inteligencia artificial como de la manera en que podamos seguir dando sentido al hecho de ser personas en un entorno de alta complejidad tecnológica ».

En este sentido, dijo que era necesario incorporar el debate de las políticas públicas sabiendo que los cambios de época «nunca son neutrales»: « La distribución de costes y beneficios, los ganardores y perdedores no es un problema técnico , es un problema de carácter político ; no podemos quedarnos al margen pensando que el cambio tecnológico es un cambio neutral sino que incorpora ganadores y perdedores» al igual que los retos ambientales y en el ámbito social. Por lo tanto, insistió, la universidad no puede quedar al margen de este proceso de transformación porque estamos en un momento en que la propia democracia con su capacidad de protección es importante que la reforcemos y que la sepamos ofrecer a la gente como una respuesta a ese miedo e incertidumbre»

Destacó a la universidad que enseña, que aprende, que piensa, que investiga (hizo especial mención a Morant, prometiendo colaboración estrecha). « La universidad tiene que tener un papel significativo en este proceso de cambio de época . Es verdad que ante situaciones complejas nos refugiamos en lo que nos da seguridad, y tenedemos a concentrarnos con los nuestros y en la universidad esto quiere decir acercarse a los que tienen tu misma característica disciplinar. En cambio, ante situaciones complejas, necesitamos respuestas complejas». Pero, aclaró, que «los problemas no tienen una única disciplina sino elementos multidisciplinares y la capacidad de trabajar de manera compleja ante problemas complejos es muy importante». En cualquier caso, dijo que el papel del ministerio no será el de resolver todos estos problemas sino el de «impulsar, ayudar y acompañar a los auténticos protagonistas que son las universidades y los territorios donde estas están enraizadas».

Por su parte, el ministro Castells ha agradecido a sus colegas, «a todas las ministras y ministros, a los que están en este acto y a todos por los dos años que he tenido el placer y el honor de compartir las tareas del Gobierno más progresista de Europa ».

Castells empezó hablando de la pandemia antes de su paso por el ministerio. « Hemos tenido toda clase de problemas pero también hemos avanzado en muchos frentes. En los últimos dos años tuvimos la pandemia y, sincerándome con ustedes, menos mal que nos tocó a nosotros y, a partir de ahí, hemos vacunado más y mejor que nadie gracias a la gestión de Illa, Darias y al esfuerzo cotidiano de los sanitarios de nuestro país».

Agregó que «también hemos protegido a los más vulnerables con un escudo social como nunca había existido y que demuestra que otra forma de gestionar una crisis es posible. Hemos sostenido la economía y puesto en marcha los mecanismos que la reactivarán y, también, hemos iniciado un proceso de transformación profunda del país, proceso que incluye la reforma integral de la universidad que hemos iniciado y que seguramente completará en sus propios términos el ministro Subirats».

Agregó que «hemos tenido que hacer todo esto superando una oposición inédita por lo desenfrenada y vociferante y que espero que se vaya calmando y se retome la unidad cívica entre todos los que somos responsables de este país».

Agregó que «hay semillas para llevar una reforma de la universidad y para eso no creo que haya mejor persona para ser ministro que Subirats», al que le dijo que tiene una brillante carrera académica, «decatedrático de una de nuestras mejores universidades, has investigado y publicado en distintas áreas de las Ciencias Sociales, y muy particularmente en el área de análisis de las políticas públicas en cuyo campo eres una autoridad que ha influenciado tanto a académicos como políticos y responsables de la gestión », agregó.

Castells recordó que «cuando la alcaldesa de Barcelona, (Ada Colau), me preguntó si estaba de acuerdo con que me propusiera como ministro, le dije: " Bueno, si es necesario, pero hay alguien mucho mejor que es Subirats", y me dijo que estaba de acuerdo pero "que no lo dejo a nadie, es mío, lo necesito para la gestión de Barcelona ». Pero entonces, continuó Castells, Subirats «cometió un error fundamental que fue jubilarse y así abrió la veda y llegó a ministro». Le dijo a su compañero que se va a «encontrar apoyado, con el cariño que yo me llevo de todos mis colegas del Gobierno, son afectos y complicidades que duran toda la vida. Es muy distinto de lo que se piensa que es la política».

Castells dijo que Subirats es « buena persona, tolerante, dialogante, capaz de escuchar a todos sin ponerse nervioso , en eso eres mejor que yo y además cocinas muy bien», señaló generando las carcajadas de los asistentes. Por último, y en la línea del desparpajo del exministro le advirtió: «No hagas la misma estupidez que yo hice que es llenar la cartera de documentos para llevarla al Consejo de Ministros y lo hice durante un mes y me rompí la espalda hasta que entendí que en la era de la información de la que yo debería saber algo toda la información los tenemos en el ordenador y entonces dedicí que ya no llevaba más la cartera. La limpié, la desinfecté y aquí la tienes», zanjó entre aplausos.

Por la mañana el recién nombrado ministro prometió el cargo este lunes ante Su Majestad el Rey, ante un ejemplar de la Constitución abierto por el artículo 100. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha estado presente en la toma de posesión celebrada en la Zarzuela.

La comunidad educativa espera con expectación las primeras palabras de Subirats. El que fuera catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona e ideólogo de los ‘comunes’ tiene una relación muy cercana con Ada Colau, más que la que tenía su antecesor.

Además, votó en el referéndum ilegal del 1-O de 2017 y ha simpatizado con el proceso independentista. Para muchos, se hace difícil pensar que estos elementos no acaben marcando su gestión como nuevo ministro.