Así es el retrato del voluntario en España

Una de las principales conclusiones que recoge el estudio es el crecimiento y la diversificación del fenómeno del voluntariado en nuestro país, en gran medida impulsado por la sociedad digital. Es el caso de las redes sociales que han conseguido crear nuevos patrones de voluntariado espontáneos impulsados por movimientos de participación no institucionalizados . En este sentido, el estudio tiene como reto visualizar este voluntariado imperceptible, obteniendo evidencias de su contribución social y económica.

Carmen Morenés , directora general de Fundación Telefónica añade, confiamos en que este informe contribuya al reto expresado por el Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas de definir y describir el inmenso y diverso conjunto de formas de voluntariado que existe en el mundo.

La investigación se ha basado en 3.714 entrevistas realizadas a población en general, entidades de voluntariado y otros agentes sociales , así como la valoración de más de 339 iniciativas, análisis de diversos informes nacionales e internacionales y la realización de diferentes talleres de análisis con expertos. Adicionalmente, ha contado con la participación de 22 expertos de primer nivel compuesto por profesionales promotores de voluntariado en el ámbito social, educativo, empresarial, medios de comunicación, sanitario, de cooperación internacional, y académico.

El estudio Retrato del voluntario en España. Tendencias, experiencias innovadoras y cifras de un fenómeno creciente, también determina las 8 facetas del voluntario que se dan, mayoritariamente, de manera simultánea lo que fortalece su relevancia social.

Adicionalmente se pueden observar las 60 experiencias innovadoras de casos reales que muestran las múltiples facetas del papel social que cumple el voluntariado en España.

Para tener una visión completa, el informe recoge las valoraciones y opiniones de todos los actores que participan, desde las organizaciones de voluntariado, opinión pública, los propios voluntarios y el análisis de los procesos de cambio sociocultural.

Los datos que ofrece España son significativamente positivos. El país cuenta con 30.000 entidades activas y con una participación de más de 2 millones de personas , de las cuales el 58% son personas voluntarias. Estas entidades tienen como principales ámbitos de actuación el sociosanitario en un 31.9%, la cooperación para el desarrollo en un 26,7% y el educativo en un 23,1%. De estas entidades, un 65,6% está representado por asociaciones, mientras que el 20,7% son fundaciones.

El 68,2% son voluntarios continuos frente al 48,7% que son esporádicos, la edad media se sitúa entre 26 a 35 años con un 24,6% y de 36 a 45 años con un 25,1%. El perfil de voluntariado senior es todavía un perfil que queda por potenciar , pese a su peso sociodemográfico presente.

Desde las entidades la captación de voluntarios depende de la proactividad del propio voluntario, que no tanto de la estrategia de la propia entidad. En este sentido, las vías de captación se centran más en los medios de comunicación y en el ámbito educativo como son las universidades o colegios.

La figura del voluntariado en España es cada vez más importante. Un 93,7% de la población considera que la figura del voluntariado es muy importante en la sociedad y el 81% afirma tener bastante o mucha confianza en los voluntarios , a pesar de que es necesario difundir el conocimiento de esta actividad y de la contribución que realizan en la sociedad, ya que todavía queda un 30% de la población que no tiene claro qué es el voluntariado.

Este estudio señala que uno de los factores más importantes para motivar a las personas a la acción voluntaria es su propio entorno social y las redes personales. También añade que un perfil socioeducativo medio-alto es un factor clave para la motivación. Aun así, el 70,3% de la población nunca ha colaborado como voluntario en ninguna asociación, organización o institución , y los motivos son, mayoritariamente, la falta de tiempo o la incompatibilidad con el trabajo. No obstante, el 41,1% de estos si se lo ha llegado a plantear en alguna ocasión.

Para nuestra sociedad tres son los ámbitos de acción más importantes y mejor valorados: la ayuda a personas mayores o en situación de dependencia (25,5%), las acciones en pro de la infancia (20,9%) y las que tienen relación con personas en riesgo de exclusión social (20%)

Una de las claves más importantes es transmitir que la acción de voluntariado esté al alcance de cualquier persona, con la tendencia a un voluntariado inclusivo, que refleje la diversidad de la sociedad, para ello se propone intensificar el voluntariado en los menores de 25 y en los mayores de 65.

El voluntariado ha ido adquiriendo relevancia en la sociedad española aumentando la participación en los tramos de edad de 35 a 44 años, donde el 11,7% son mujeres, frente al 9,8% de hombres. Este aumento viene propiciado por la diversificación y la flexibilidad de la oferta que contribuye a una mayor captación del voluntariado. Por tanto, refleja que las mujeres de entre 18 y 29 años con estudios superiores y un nivel socioeconómico medio-alto son el perfil mayoritario del voluntario español.

Aun así, queda como objetivo acercarse al colectivo joven como garante del futuro voluntario. Esto se conseguirá, según las percepciones recogidas en la investigación, mediante la visibilidad del impacto de las acciones voluntarias que tienen en los diferentes colectivos sociales, ya que el 80,9% de los voluntarios actuales consideran que las acciones que han llevado a cabo han tenido impacto.

El contexto de cambio actual incide también en las formas de participación social, por lo que este proceso de transformación está obligando a las entidades sociales a reformular las estrategias y formas de relacionarse con los voluntarios y donantes.

En este sentido, el informe recoge las consideraciones del taller de expertos entre las que destacan: El cambio organizativo del voluntariado está dando paso a un modelo interpersonal, sin intermediario ni grandes instituciones detrás, que genera mayor confianza y transparencia.

Si se conciben las acciones puntuales de voluntariado como un proceso evolutivo en las entidades, puede dar paso una ac­ción continuada y de im­pacto. La tendencia es que se cola­bore con diferentes entida­des de forma simultánea, se­gún la evolución personal del interés y la disponibilidad.

Muchas personas no pueden aportar tiempo, pero sí están canalizando su inquietud so­lidaria a través de las apor­taciones económicas. Las formas espontáneas o no institucionalizadas de voluntariado tienen un gran potencial para abrir nuevos frentes de acción y conciencia social, en gran medida ligado a la acción y el impacto de los medios de comunicación y las redes sociales. El voluntariado tiene una dimensión emprendedora, que conviene atender y po­tenciar más.