45.000 españoles entran en fase 2: las islas donde se permiten bodas y escasean los novios

Desde este lunes 45.000 personas estrenan en España la fase 2 de la desescalada . Son los residentes de las islas de La Graciosa, La Gomera y El Hierro , en Canarias, y Formentera , en Baleares. Podrán hacer deporte a cualquier hora del día, salvo en los tramos horarios de personas mayores; ir a la piscina (con aforos del 30%) o consumir en el interior de bares y restaurantes.

Pero aunque sobre el papel el Gobierno les permita actividades aún vetadas para el resto de España, algunas tendrán que esperar . Es lo que ocurre con los enlaces matrimoniales. Así lo confirma a ABC el gerente de «Go Formentera», Josep Maria Romero, una empresa que organiza desde el primer hasta el último detalle de las bodas que tienen lugar en la isla pitiusa. «Lo organizamos todo, el alojamiento, el transporte, la ceremonia, la iluminación, la decoración, la música, el banquete o incluso el alquiler de una casa cuando es necesario», explica Romero, quien señala que la mayoría de sus clientes proceden «de la Península o del extranjero». En un principio, su empresa tenía previsto organizar 24 ceremonias este año, pero la mayoría se han tenido que posponer durante unos meses.

«Si todo va bien, la primera boda que tendrá lugar este verano será la de una pareja natural de Formentera , que se tenía que casar el 2 de mayo y que ha aplazado su unión hasta el 30 de julio », añade. Teniendo en cuenta que en alguna de las bodas que ha organizado han participado hasta 300 personas, Romero reconoce que con vistas al futuro quizás sea necesario «buscar nuevos escenarios, como por ejemplo espacios ubicados fuera del centro urbano».

Por otra parte, por lo que respecta a la posibilidad de que a partir de este lunes puedan abrir ya más comercios en Formentera, se espera que dicha opción se lleve a cabo de una manera paulatina y progresiva, tal como ocurrió ya cuando la isla balear entró en la fase 1 hace dos semanas. En ese contexto, la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, dio ayer las gracias «a los ciudadanos y al sector empresarial» de la isla por la «responsabilidad, prudencia y colaboración» que han tenido durante toda esta crisis sanitaria.

Los otros territorios afortunados que entran hoy en la segunda fase de la desescalada son las islas de La Gomera , El Hierro y La Graciosa . Entre otras cosas, la segunda fase permite la reapertura de los centros comerciales, así como los cines y teatros. Esto parece algo ridículo en estas tres islas de Canarias, pues ninguna de ellas tiene grandes almacenes ni centros comerciales -La Graciosa apenas tiene tres puestos de supermercados en toda la isla- ni teatros. Asimismo, tan solo El Hierro poseía dos cines, ambos en el municipio de Frontera, que precisamente hace poco echaron el cierre, por lo que tampoco habrá salones de la gran pantalla que abran en Canarias.

Otra de las medidas adoptadas por el Gobierno para esta nueva fase es la reanudación de las bodas, tanto en espacios exteriores como interiores siempre que no superen las 100 y 50 personas respectivamente. No obstante, según el Instituto Canario de Estadística, la isla de La Gomera promedia menos de 50 bodas al año, mientras la media anual de El Hierro se sitúa en 28 en una población acumulada de más de 33.000 personas en las dos islas. Teniendo en cuenta el número de habitantes de cada una de ellas, únicamente el 0,2% de los ciudadanos tendría previsto su enlace matrimonial para este año, una estadística que refleja la quimera que sería que se celebrase durante esta fase.

De esta manera, las medidas que sí se podrán adoptar en estas islas serán el incremento del aforo de las tiendas y pequeños comercios -que pasan del 30% al 40%- así como las reuniones, que ahora podrán ser de hasta quince personas. Igualmente, los bares y restaurantes podrán abrir también sus espacios interiores siempre que no superen el 40% de su aforo.

Pero, sin duda el más importante para muchos canarios, es la reapertura de las playas. El tránsito en ellas deberá respetar la franja horaria reservada a las personas mayores y seguir las medidas de seguridad e higiene, tanto desde el punto de vista medioambiental como sanitario, si bien el Gobierno de Canarias delega la responsabilidad en hacer cumplir el distanciamiento social a los respectivos ayuntamientos.