El viernes el cardenal Omella presentó al Papa la estrategia de la Conferencia Episcopal contra los abusos. La 'vía española' apuesta por atender personalmente cada caso y ser proactivos ante las denuncias. Según los obispos, esta línea cuenta con el apoyo del Vaticano.
La visita al Vaticano se enmarcaba en la llamada visita 'ad limina' de los obispos a Roma, el nombre técnico del encuentros de trabajo que deben tener casa siete u ocho años en el Vaticano, para informar sobre la situación de sus diócesis y recibir indicaciones de la Santa Sede. El viernes concluyó el turno de los obispos de Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Según fuentes vaticanas, aunque es posible que durante alguna reunión en la secretaría de Estado se mencionaran las relaciones entre la Iglesia y el Estado, no se abordó específicamente la cuestión de los acuerdos.
«El diálogo con el Gobierno está abierto»
El pasado viernes, durante un encuentro con la prensa en Roma, Juan José Omella anunció la reunión con Félix Bolaños de este martes y subrayó que «el diálogo con el Gobierno está abierto», que hay «contacto regular», y que «la secretaria de Estado del Vaticano, el Ejecutivo y la CEE propician este diálogo».
Omella aseguró que los obispos coinciden con el Gobierno de Pedro Sánchez en cuestiones «de bien común», pero no coinciden «en la perspectiva moral», una referencia a las leyes sobre la eutanasia o el aborto.
El cardenal de Barcelona no lo considera como un obstáculo para sentarse en la misma mesa y reivindicó que «en el respeto y la firmeza, cada uno debe mostrar su modo de ver, y cómo ayudar y aportar a la sociedad». Explicó que no se refería concretamente a ningún caso, pero que «la sociedad está polarizada, y es bueno que quien gobierne sepa escuchar a unos y otros y juntos busquemos lo que corresponde en este momento mejor al bien común: enseñanza, cuestiones sociales, trabajo, migración».
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