El precedente europeo sobre el aborto en Europa

Transcurrieron nueve años hasta que se planteó el segundo referendo, y entonces venció el «Sí» el 11 de febrero de 2007. Se aprobó la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 10 semanas de gestación .

Sin embargo, se hizo notar igualmente la controversia, tal cual reflejaron los resultados definitivos: 59,25% de sufragios afirmativos, por 40,75% negativos… aunque la clave estuvo en que no se superó el 43,57% de participación. Es decir, la votación no se hizo acreedora al principal requisito para considerarse vinculante: que el 50% de los portugueses hubiera emitido su papeleta.

Tuvo que intervenir el entonces primer ministro, el socialista José Sócrates (en la actualidad, pendiente de ser juzgado por graves indicios de corrupción), para garantizar que se respetaría la opinión del pueblo y que se desarrollaría la normativa hoy vigente a través de enmiendas parlamentarias.

El siempre polémico asunto del aborto quedó marcado no solo por la polémica, sino también por la confusión a causa de los términos de la propuesta oficial: «¿Está de acuerdo con la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo si se realiza, por opción de la mujer, en las diez primeras semanas y en una instalación sanitaria legalmente autorizada?».

El Partido Socialista consiguió su objetivo de presentar la consulta como una oportunidad para demostrar a Europa que Portugal se sumaba al tren de la «modernidad» y del «cambio».