Pere Navarro bajará la velocidad a 90 km/h en las vías secundarias y dará puntos a los buenos conductores

Su nombramiento en el Consejo de Ministros se producirá hoy al mismo tiempo que comience la primera operación salida del verano (con unos 4,4 millones de desplazamientos en carretera entre hoy y el domningo), que será ya el primer termómetro de su gestión. Los resultados se mirarán con lupa. Entre sus planes, según ha podido saber ABC de fuentes próximas al nuevo responsable de Tráfico, se encuentra una medida clave: bajar a 90 km/h la velocidad en todas las vías secundarias, que concentran el 75% de los fallecimientos en nuestro país. Para Navarro, es imprescindible «retocar» y hacer más restrictivo el carné, de modo que se detraigan más puntos por conducción bajo los efectos de la alcoholemia y con velocidad excesiva, por ejemplo. También «premiará» a los buenos conductores, que tengan impoluto su expendiente y les «regalará» otros dos puntos.

Navarro podría llevar a cabo en los próximos meses la modificación del Reglamento General de Circulación que preparó en 2011 y nunca entró en vigor porque fue relevado del cargo. En dicho borrador, Navarro abogaba por una medida tan llamativa como dejar a las bicicletas que circulen por las aceras de más de tres metros. Navarro también completará un plan estratégico para los motoristas. En 2017, murieron 240.

En 2011, con Navarro al frente de la DGT, el Gobierno redujo la velocidad en autovías y autopistas de 120 a 110 km/h, una medida que traían a la memoria ayer colectivos como el Movimiento 140, que aboga por la subida a 140 km/h de esa velocidad, para criticar el nombramiento.

Navarro estuvo cuo años trabajando en la Embajada española de Marruecos, un retiro dorado para él como confesó a este periódico, aunque también se relamía de algunas de las heridas que le había abierto la política: «Veía cómo mis amigos iban cayendo...» y reconoció que la «política era un ejercicio eventual». Quizás sea eso precisamente lo que le ha hecho volver, a las órdenes ahora de Fernando Grande-Marlaska en el Ministerio del Interior y Pedro Sánchez en el Ejecutivo.

Durante el último año ha asesorado a colectivos de motoristas, conductores y organizaciones de seguridad vial, «fichado» por la Fundación PONS. El pasado martes recibió la llamada del nuevo ministro y aunque tuvo que pensarlo, porque varias veces había cerrado la puerta a regresar a la política, aceptó. También reconoció que en España hay más de 25 millones de conductores y todo el mundo buscaba explicaciones en un departamento: la Dirección General de Tráfico.