El Papa, a los poderosos: «El poder sin humildad es como la ginebra en ayunas»

En una intervención coloquial en vídeo para el foro global TED de ideas innovadoras, el pontífice argentino ha recordado un dicho popular de su país: «El poder es como la ginebra en ayunas. Te emborracha, te hace perder el equilibrio y te lleva a hacer daño a tí mismo y a los demás si no lo acompañas de la humildad y la ternura».

A lo largo de 18 minutos, la duración máxima de las intervenciones en el foro californiano, Francisco ha abordado el tema « El futuro tú » subrayado que «todos tenemos necesidad de los demás» y de superar lo que nos separa, como «aquel rencor que me hace daño porque es como un trocito de guerra que llevo dentro…».

Constatando que «hoy muchos no creen que sea posible un futuro feliz«, el Papa considera que « esos temores hay que tomarlos en serio, pero no son invencibles . Se pueden superar si no nos encerramos en nosotros mismos».

En su opinión, «seria hermoso que al mismo tiempo que descubrimos nuevos planetas lejanos descubriésemos las necesidades de la hermana y del hermano que están en órbita alrededor de mí».

Francisco ha hecho notar que «la solidaridad, una palabra que muchos quieren borrar del diccionario , no se puede programar ni ordenar: es una respuesta libre que nace del corazón de cada uno».

En la línea de las ideas fundamentales de TED, el Papa ha recordado que « para ser activos en el bien hace falta memoria, valentía y creatividad . No bastan las fórmulas rituales que frecuentemente sirven solo para tranquilizar la conciencia».

Pero su aportación más original ha sido invitar a los millones de personas que verán el video a sumarse a «la revolución de la ternura», que lleva a « usar los ojos para ver al otro, usar las orejas para escuchar al otro , y escuchar el grito silencioso de nuestras casa común, de la tierra contaminada y enferma. Usar las manos y el corazón para acariciar al otro».

Francisco ha concluido afirmando que «el futuro de la humanidad no está solo en las manos de los políticos, los grandes líderes o las grandes empresas».

En su opinión, «está sobre todo en las manos de las personas que reconocen al otro como un ‘tú’ y a sí mismas como un ‘nosotros’. Por favor, acordaos de mí con ternura para que yo cumpla mi tarea por el bien de los demás; de todos vosotros, de todos nosotros».