Un juez italiano ordena operar a un niño cuyos padres se negaban a que recibiera una transfusión de donantes vacunados

Ante la repercusión que ha tenido el caso, el Centro Nacional de Sangre (CNS) ha reiterado la importancia de estos protocolos: «La sangre de los vacunados es absolutamente segura . Desde el momento en que una persona se vacuna, deben pasar 48 horas hasta que pueda donar sangre, porque debemos estar seguros de que no tenga reacciones a la vacunación y que esté en buenas condiciones de salud», ha manifestado el director del CNS, Vincenzo De Angelis. «En la sangre -ha añadido- no hay vacuna. En todo caso, cuando se hace la profilaxis estarán los anticuerpos que se desarrollan después de la vacunación. Pero con seguridad no se transfunde la vacuna con la sangre. Recordemos que hoy casi el 90 por 100 de la población italiana está vacunada. Estamos haciendo transfusiones de sangre y, ciertamente, no hemos registrado reacciones adversas». Hay falsas informaciones que crean temores de que la sangre se coagule o que contenga sustancias peligrosas para un niño.

Ante la intransigencia de los padres, el hospital Sant'Orsola recurrió ante la magistratura, al tiempo que comunicaba: «La situación del niño es crítica; no es posible seguir postergando la intervención».

El magistrado escuchó a los padres, que explicaron su negativa basada en «razones sanitarias y religiosas», por lo que llegaron a la conclusión de que «la sangre de los vacunados es peligrosa». Asistidos por un abogado, los padres han expuesto al juez algunos temores, que no tenían fundamento por estar relacionados con informaciones falsas. Argumentaron supuestas razones médicas relacionadas con la enfermedad del niño, además de motivaciones religiosas. La familia no acepta, por sus convicciones religiosas, la transfusión de sangre de vacunados por creer que en las vacunas se utilizan células humanas procedentes de fetos abortados voluntariamente.

Esta tarde se conoció la decisión del juez, favorable al hospital Sant'Orsola. En sustancia, el magistrado ha sostenido que existen garantías de absoluta seguridad en la sangre suministrada por el hospital. Para el magistrado, la salud del niño tiene la máxima prioridad. Por esta razón, la cirugía cardíaca debe realizarse lo antes posible para salvar la vida del pequeño paciente.

El director del Centro Nacional de Sangre, Vincenzo De Angelis, explica cómo a veces las posiciones de los antivacunas pueden llegar al delirio: «Lo que me asombra es que estos padres ponen a su hijo en manos de cirujanos excepcionales (el departamento de cardiología del Sant'Orsola es una excelencia italiana)y, por tanto, se fían de la ciencia y experiencia de esos médicos. Pero luego -añade el director del CNS- no hacen lo mismo con respecto a la total seguridad ofrecida en las transfusiones de sangre».