Ocho bomberos heridos, cuatro de ellos graves, en un incendio en Portugal

Por tanto, la preocupación vuelve a instalarse al otro lado de la frontera. Mucho más cuando el siniestro localizado en las proximidades del municipio de Abrantes, en el distrito de Santarém, se registró muy cerca de la base militar de Tancos, donde el robo de un arsenal del Ejército luso ha disparado todas las alarmas porque el material es muy destructivo y puede acabar en manos de una organización terrorista.

Fue la directora del Hospital Médio Tejo, Cristina Gonçalves, quien confirmó el traslado de las personas afectadas a este centro, según declaró a una cadena privada de televisión. Uno de ellos acababa de llegar de la localidad de Tomar, donde había estado prestando igualmente sus servicios.

Cinco de los bomberos tuvieron que ser desviados al Hospital de Abrantes, en vista de que allí la Unidad de Quemados tiene más recursos, y los otros tres se reparten por centros de Lisboa y Oporto. Los demás fueron atendidos por las consecuencias derivadas de la inhalación de humo.

La alcaldesa de Abrantes, Maria do Céu Albuquerque, confirmó, además, que los operarios se hallaban exhaustos porque apenas han tenido tiempo para descansar en los últimos 15 días. Y todo en el día en que se conoció que la tragedia de Pedrógao Grande ha desatado unas pérdidas de 500 millones de euros.