Un millón más de pobres por la crisis

De este modo, en España, los pobres representan un 22,7 por ciento de la población. Esta cifra comprende a aquellos que viven en una «pobreza moderada», es decir, que ingresan 6.000 euros al año y a los que son pobres «severos», que ingresan menos de 3.000 euros al año.

Los datos provienen de un estudio elaborado por la Fundación Foessa para Cáritas que analiza «el primer impacto de la crisis en la cohesión social en España».

«La pobreza severa va a seguir aumentando en el Estado español» vaticinó Sebastián Mora, secretario general de Cáritas España, en la rueda de prensa que presentó ayer los resultados. Además, el estudio revela que las mujeres, jóvenes e inmigrantes son los sectores más afectados.

Exclusión social

Asimismo, el sondeo ha constatado como la crisis también ha afectado a los procesos de integración y de exclusión social. En concreto, la exclusión social (moderada y severa) ha aumentado en un 13,5 por ciento en estos dos años y afecta ya, a más de 3 millones de hogares españoles. «Estos datos suponen un impacto muy importante en la realidad española. La crisis no solo ha afectado económicamente sino también en las relaciones sociales que se encuentran muy deterioradas», subarayó Sebastián Mora. El dato más preocupante es que en estos dos años más de 2 millones de hogares han pasado a una situación de exclusión social. «Estas cifras suponen una ampliación alarmante de la precariedad y vulnerabilidad social», explicó Miguel Laparra profesor en la Universidad pública de Navarra y responsable del estudio.

Aunque uno de los factores determinantes en este aumento de la exclusión social es la caída alarmante del empleo, también se tienen en cuentan otros factores como son: el consumo, los derechos sociales (educación, vivienda y salud), el conflicto social o el aislamiento social.

El perfil de la exclusión social en España, según el estudio, es el de una mujer (un 23,8 por ciento del total de excluidos), de hasta 44 años (42,2 por ciento), de una familia de 5 o más miembros (29,1 por ciento), con algún miembro extracomunitario (39, 5 por ciento) o gitanos (69, 7 por ciento) y sin estudios (74, 6 por ciento).

Ante esta situación aparece además, un descontento e incertidumbre respecto a las medidas del Gobierno en torno a mejorar la situación económica y social: «Las medidas políticas del Gobierno no han tenido un efecto en las personas más pobres y no han frenado la exclusión social», subrayó Mora. «Es el momento de un diseño de actuación encaminado a los sectores sociales que más lo necesitan» añadió el profesor Laparra.

Menos ropa y comida

El estudio revela también, que ante la crisis económica, los sectores más integrados reducen su gasto en ropa mientras que los más excluidos se ven obligados a reducir no solo el gasto en ropa sino también en comida. Esto afecta a un 37 por ciento de los casos y puede llegar a suponer un riesgo para la salud.

Por otro lado, los impagos o la venta de bienes son otros efectos de la crisis que empeoran los procesos para la integración social.

El estudio se ha publicado durante el «Congreso Europeo sobre Pobreza y Exclusión Social» que se celebró en Madrid ayer y continúa hoy.

Así, Cáritas Europa ha anunciado que presentará a la Presidencia española de la Unión Europea siete propuestas políticas de cara a la estrategia europea de 2020. Entre las proposiciones destacan: reducir en un 30 por ciento el número de personas que viven en la pobreza y que en la actualidad ascienden a 84.000 millones, erradicar la pobreza infantil, mejorar decisivamente la educación y la formación o reducir el desempleo juvenil. En este sentido, Enry Gillen, presidente de Cáritas Europa subrayó que «los políticos no han sido capaces de conseguir un consenso sobre el problema de la pobreza. La gente tiene derechos para que los políticos les expliquen cuáles son las estrategias a seguir».