Miguel Ángel Morcuende: «El volcán tiene ahora más peligro que cuando estaba en erupción»

Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), es quien dio la cara durante 85 días para hablar de la evolución de la erupción . Y uno de los que más ha escrutado el volcán. Pero ayer, ya declarada su ‘muerte’, se seguía sorprendiendo. «Se me hace rarísimo mirar a la izquierda y no ver una columna de humo», decía minutos antes, en la parte alta de El Paso, a tres kilómetros en línea recta del volcán . Sin la majestuosidad de sus días más feroces, el volcán aún parece vivo . Lo están sus coladas, que vistas de cerca no son más que trozos de piedra que se deshacen con facilidad, pero aún están calientes, como puede comprobarse por el humo que emana de ellas.

Además de calor, el volcán continúa despidiendo gases . Algunos inodoros e incoloros, como el monóxido de carbono y otros con una pestilencia insoportable, como el dióxido de azufre, reconocible por su color verdoso y que ahora se está solidificando, por pérdida de temperatura, formando una especie de níquel gigante sobre el suelo del volcán, muy cerca del cono. Los dos gases, en concentraciones determinadas pueden provocar la muerte. Por eso, pese a que ayer se declaró su extinción tras el tras el dictamen del comité científico del Pevolca, todos siguen mirando al volcán, o al menos, los encargados de vigilarlo. La única manera que tiene el volcán de extinguirse es desgasificándose , lo que hace que su peligrosidad aumente. De hecho, puede generar una falsa sensación de seguridad que haga a la gente intentar volver a sus casas e inhalar gases que pueden terminar con sus vidas. De ahí que para Morcuende el volcán tenga más peligro ahora, que cuando estaba en erupción.

Esta se inició el pasado 19 de septiembre a las 15.11 horas y acabó el pasado 13 de diciembre a las 22.21 horas, es decir, tras 85 días y ocho horas expulsando cenizas, gases y fuego . Durante 12 días se vigilaron lo que los científicos llaman «observables» (sismos, deformaciones, tremor, dióxido de azufre en el penacho...) para dar por oficial su ‘muerte’ ayer, día de Navidad. Ya es el volcán que ha durado activo más tiempo desde que se tienen datos históricos de las erupciones en la isla.

¿Es un día para festejar en La Palma?

Solo en parte. Queda todo por hacer. Como señaló en rueda de prensa el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Emergencias del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, se ha acabado la erupción, pero no la emergencia. Ahora hay que reconstruir la isla de La Palma.

El Pevolca no lo decía oficialmente pero sabían que se apagaba en diciembre...Algunos colegas suyos dicen que incluso usted puso fecha ‘en secreto’: el 11 de diciembre. Solo erró por dos días.

Tenía datos que me acercaban a un final cercano. Empecé a ver signos de agotamiento a finales de noviembre, pero no se podía aseverar con total seguridad.

¿Que lo supiera con mayor o menor certeza explica que no se le vea hoy especialmente emocionado?

Claro, es algo que veníamos esperando. Tampoco creo que deba estar contento o emocionado porque, como le dije, queda todo por hacer y además este volcán ha hecho mucho daño.

¿Hay posibilidades de que el volcán vuelva a entrar en erupción?

La responsable del comité científico, María José Blanco, ha asegurado que el final de la erupción no implica la imposibilidad de una reactivación magmática en la zona de Cumbre Vieja.

¿Le preocupa que eso ocurra?

Sí que me preocupa, pero no ahora, viendo las condiciones actuales de las variables observables..

¿Qué fue lo primero que pensó al levantarse, el día de Navidad, sabiendo que tenía que anunciar el final?

He de reconocer que la sensación que tengo ahora es de vacío. Me cuesta trabajo definirla con palabras.

¿Teme que la gente se lance en avalancha de vuelta a sus casas?

Sí, de hecho, es una de las cosas que más me preocupan. Y el grupo operativo de seguridad tiene ahora un trabajo enorme por delante.

Entonces, ¿se mantendrá la zona de exclusión?

Sí, por los riesgos de los gases y por las propias características del terreno. La zona del cono debe ser preservada para el seguimiento científico y además está a la espera de las resoluciones que tomen el Gobierno de Canarias respecto a su protección o no.

¿Todavía no se sabe si será zona protegida?

Es una decisión que debe tomar el Gobierno de Canarias junto al Cabildo de La Palma.

¿A la gente que tenía su casa cerca del cono le gustará saber que no puede volver porque su hogar ahora es zona protegida?

Eso corresponde a las autoridades pero habrá sectores que, seguramente, aboguen porque sea suelo rústico de protección especial, y no solo el cono sino también las coladas.

¿Usted está de acuerdo con esos sectores?

Las personas han sufrido un menoscabo de sus propiedades, con lo cual, si ese escenario se produjera tendrían que ser compensados económicamente.

¿La noticia que dio el Pevolca ayer fue la que más deseaba que se diera?

No, lamentablemente no.

¿Entonces cuál querrían dar?

Yo quiero anunciar que todos los servicios esenciales (luz, agua, comunicaciones...) se han recuperado y que el Valle de Aridane puede hacer vida normal y plena.

¿Cuál fue la noticia que menos le gustó dar durante la erupción?

Cuando anunciamos el desalojo de Las Marismas y La Condesa, ambos barrios ubicados en Tazacorte.

¿Por qué?

Porque se hizo de noche y es muy duro tener que sacar a la gente de su casa cuando está metida en su cama.

¿Tiene más peligro apagado que encendido por el hecho de que ahora se está desgasificando?

Sí, además el volcán desgasifica no solo por el cono sino también a través de los jameos (huecos en las coladas) y de la difusión desde el suelo. Por otro lado, las coladas guardan magma todavía caliente.

¿Cuáles son los gases que más le preocupan?

Dióxido de carbono, de azufre, monóxido de carbono y también metano.

¿El Pevolca seguirá funcionando?

No puede ser de otra manera. La emergencia no ha acabado. Hay riesgo para las personas, para las haciendas y para el medio ambiente. Vamos a seguir controlando la concentración de gases y se trabajará en rehabilitar los servicios esenciales.

¿Cuántos días lleva trabajando?

En total, 105 días.

¿No ha librado?

Unos diez días aproximadamente.

¿Se arrepiente de haber aceptado esta tarea?

No. Es mi obligación y es un placer dirigir un equipo de personas tan entregadas

¿Qué hará a partir de ahora?

No habrá reuniones diarias ni del comité científico ni del comité director, pero debemos seguir presupuestando las obras a realizar en la fase de rehabilitación de servicios esenciales.

¿Cuándo se darán por recuperados esos servicios esenciales?

Se están tratando de rehabilitar desde hace varios días y, en particular, se lleva haciendo permanentemente en materia de telefonía, energía eléctrica y agua de abasto. Las comunicaciones por carretera llevarán bastante más tiempo.

¿Le gusta que lo comparen con el epidemiólogo Fernando Simón?

No, no me considero el ‘Simón del volcán’, como se ha dicho. Además, nosotros sí tenemos comité científico.

El volcán ha sido un problema, pero ¿no ha sido bueno que la isla haya ganado más terreno?

Es de las pocas cosas positivas que ha dejado el volcán, los deltas lávicos. Por otra parte, ha sido un laboratorio vivo y será asunto de estudio durante mucho tiempo