El «método Andorra» para la desescalada

El «método Andorra» ha ido graduando el encierro de todos sus residentes. Para ello, la primera medida que anunció el ministro de Salud del Principado, Joan Martínez Benazet , radicó en que todos los ciudadanos censados en el pequeño país de los Pirineos se sometan a pruebas de anticuerpos del coronavirus SARS-CoV-2 , lo que permitirá averiguar el grado de inmunización de la población al patógeno y será una herramienta para gestionar mejor la prevalencia que hoy por hoy tiene la pandemia en este país, dijo Benazet. Las citas telemáticas o presenciales las gestionan los Comunes (o ayuntamientos).

Desde que estalló la pandemia del coronavirus , han muerto 35 personas en el Principado por Covid-19 . En estos momentos, tiene 442 casos activos de coronavirus, con 19 personas en la UCI. Este balance mesurado ha permitido aplicar la «hora de excepción al confinamiento», que los andorranos estrenaron el pasado jueves. Durante esa hora salen a caminar o correr con el núcleo familiar. Las actividades físicas se encuadran dentro de franjas muy delimitadas: de 6.00 a 9.00 de la mañana y de 19.00 a 21.00 horas.

El «calendario» fijado en Andorra y supeditado por el Gobierno marca que de 9.00 a 11.00 horas y de 14.00 a 19.00 horas se puede acudir a comprar o salir a pasear. Mientras que el tramo de 11.00 a 14.00 está reservado para los mayores de 70 años y personas vulnerables. Es cada «Comú» o Consistorio el que diseña los circuitos para reducir al máximo la interacción entre personas e imponen dos condicionantes: la distancia social marcada es de cuatro metros y la salida de sus ciudadanos solo se permite si lo hacen equipados con mascarillas . «El grado de cumplimiento está siendo muy alto», afirma el ministro de Finanzas y portavoz del Gobierno del Principado, Eric Jover . Según la agencia Ep, el titular de Salud reveló que todo el país tiene mascarillas: se adquieren un máximo de dos por persona en las farmacias y el Ejecutivo garantiza el suministro.

Sin duda la herramienta más llamativa de la que ha echado mano el gobierno andorrano es el reparto de horas de luz por domicilios: aquellos que viven en números pares, salen a la calle los días pares; la misma correlación que se aplica con los impares. La eficacia de la medida se ha conseguido por el volumen de ciudadanos, algo muy improbable de lograr en grandes urbes como Madrid o Barcelona, destacan los demógrafos.

Andorra también se ha ahorrado el debate sobre la salida de los niños a la calle que se importó desde Bélgica y Francia y que ahora está candente en nuestro país, porque los menores se incluyen en esas horas de excepción, acompañados de un adulto.