Media España sigue en riesgo muy alto pese al descenso de la sexta ola

Una veintena de provincias, fundamentalmente en el norte y este peninsular, están todavía en riesgo muy alto de ocupación de enfermos de Covid en las unidades de cuidados intensivos. A pesar de que el número de nuevos ingresos se ha contenido, las altas tasas alcanzadas todavía impiden bajar la alerta en las UCI . Galicia y algunas provincias del sur, no obstante, están en situación de control o riesgo bajo, según el informe semanal de los indicadores de seguimiento del Ministerio de Sanidad.

En el conjunto de España, la sexta ola no ha llegado a sobrepasar el umbral de riesgo muy alto, fijado en un 25% de ocupación con positivos por coronavirus. Todavía en riesgo alto, la tendencia es a la baja. De hecho, tan solo en media docena de provincias, entre ellas Barcelona, Vizcaya y Murcia, el ritmo de nuevos ingresos está en alerta extrema. En más de la mitad de las provincias este indicador está bajo control o en riesgo bajo.

Los hospitales españoles sí han llegado a superar el nivel de riesgo extremo de ocupación en planta, fijado en el 15% de camas con enfermos de coronavirus, aunque actualmente se mantiene estabilizado en torno a ese límite. El noreste peninsular mantiene la situación más delicada, pero también otras provincias, como Madrid. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid , no obstante, puntualiza que en torno a un 40% de estos enfermos son «con» Covid y no «por» Covid; es decir, el motivo de ingreso es otra patología, pero la prueba protocolaria es positiva. Ninguna provincia está en riesgo muy alto por el ritmo de nuevas hospitalizaciones.

A pesar de haber alcanzado España el pico de la sexta ola, con prácticamente todas las provincias en descenso, el número de contagios sigue en alerta extrema en todo el país, por encima de los 3.000 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, seis veces el considerado nivel de riesgo muy alto. Tan solo Sevilla, Cádiz y Málaga están por debajo del millar, mientras que en las cuatro provincias catalanas continúan con una incidencia acumulada superior a 5.000 por la explosión de casos con la variante Ómicron .

El nivel de alerta general, el cómputo de los indicadores de contagios y de asistencia sanitaria, es muy alto en 28 provincias, dos más que la semana anterior. La situación, por tanto, apenas ha variado. Se han sumado Jaén, Málaga y Murcia, y tan solo ha salido Navarra, ahora en riesgo alto. Se mantienen en el máximo nivel de alerta todas las provincias de Cataluña, Aragón, País Vasco y Canarias, Comunidad de Madrid, Baleares, Cantabria, Castellón, Valencia, Guadalajara, Albacete y Ciudad Real, León, Palencia, Valladolid, Ávila y Soria. Toda Galicia está en riesgo medio, además de Badajoz, Cádiz y Toledo.

El semáforo del Ministerio de Sanidad establece cuatro niveles de alerta, con umbrales numéricos concretos fijados a partir de indicadores clave para el control de la pandemia. No hay, sin embargo, medidas asociadas a cada nivel de alerta.

Los indicadores establecidos por Sanidad son: incidencia acumulada en los últimos 14 días y en los últimos siete días, esto es, número de casos por cada 100.000 habitantes en ese periodo; positividad, es decir, porcentaje de test con resultado positivo; porcentaje de camas de hospital ocupadas con enfermos de Covid y tasa de ingresos; y porcentaje de camas de UCI ocupadas con enfermos de Covid-19 y tasa de ingresos.

En el nivel extremo se encuentran las regiones con una incidencia acumulada a 14 días mayor de 500 casos por cada 100.000 habitantes; una incidencia a siete días mayor de 250 casos por cada 100.000 habitantes; una positividad superior al 15%; una ocupación de camas de hospital con enfermos de Covid por encima del 15% y una tasa de 50 nuevas hospitalizaciones por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días; y una ocupación de camas de UCI con enfermos de Covid mayor del 25% y una tasa de 4 nuevos ingresos.

El escenario óptimo de la nueva normalidad sería una incidencia acumulada a 14 días menor de 25 casos por cada 100.000 habitantes; una incidencia a siete días menor de 10 casos por cada 100.000 habitantes; una positividad inferior al 4%; una ocupación de camas de hospital por debajo del 2% y una tasa de nuevos ingresos menor de 5; y una ocupación de camas de UCI inferior al 5% y una tasa de nuevos ingresos menor de 1.