Juan Abarca: «Un confinamiento ahora como el de marzo sería contraproducente»

¿Escribe para informar o le sirve como un desahogo personal de lo que ve cada día?

El primer parte de guerra tuvo casi 100.000 visitas y me di cuenta de que la gente estaba muy asustada y desinformada. Me preguntaban, me consultaban dudas…, soy médico y aportar tranquilidad me proporciona una gran satisfacción personal. He ido haciendo seriales sobre la evolución de la pandemia que la mayoría ha interpretado como un boletín de información fiable, sin ningún interés político. Quien está en el día a día de la pandemia, aprende a ver su evolución y a predecir su comportamiento. No me parece complicado saber con cierta antelación cuál va a ser el comportamiento del virus.

En diciembre ya avisaba de lo que se nos venía encima. «El virus se revira, lo que podía ser un temblor se ha convertido en el comienzo del terremoto», escribía entonces.

Notamos un cambio de tendencia el 11 de diciembre, justo después del puente de diciembre, y ese cambio no fue por el efecto de los viajes o la interacción social. No había dado tiempo aún a que aparecieran contagios. El virus empezó a cambiar su agresividad y su capacidad de infección. Por eso yo en ese momento defendía un confinamiento intenso y corto de una o dos semanas para cortarlo ahí. Hacerlo ahora que estamos con el máximo de contagios no tendría mucho sentido.

Otros expertos sí abogan por un confinamiento para evitar el colapso de los hospitales

Sería contraproducente. El confinamiento de marzo fue el causante del incremento en bloque de los ingresos de los hospitales. Aunque cortes la cadena general de contagios, se provocarían más contagios a nivel familiar. Ahora con las UCI al 40% de su capacidad, no seríamos capaces de absorber el repunte de la ocupación hospitalaria. Creo que ahora es el momento de endurecer la movilidad, el toque de queda y otras medidas para intentar que los nuevos casos aparezcan a una velocidad más controlada.

Alemania y el Reino Unido han contado estos días los mil muertos diarios. ¿Son el espejo de lo que ocurrirá en España?

El número de contagios allí empieza a reducirse. Reino Unido tiene ahora unos 20.000 nuevos casos diarios pero llegó a tener 60.000 hace un par de semanas. Nuestros 40.000 contagios de hoy son los 60.000 del Reino Unido, estamos alcanzando el pico. Ahora empezaremos a notar los ingresos, la saturación de las UCI y la mortalidad crecerá. En un par de semanas tendremos cientos de fallecimientos diarios. La semana próxima será clave para saber si la subida de la curva responde a las interacciones sociales vividas durante las Navidades o si hay algo más que lo explique.

¿Algo más?

Como la variante británica del virus que es más contagiosa. Si lo que tenemos ahora es por el efecto de las Navidades se empezarían a estabilizar los casos y la curva bajaría, aunque se mantenga la tensión en los hospitales. Pero si continúan al alza, la razón podría ser que la circulación de la variante es más intensa de lo que se piensa.

¿Fue un error intentar salvar la Navidad?

Yo creo que sí. Fue un error no haber hecho un confinamiento previo. La propia Comisión Europea aconsejó hacerlo una semana antes y otra después de la Navidad. No lo hicimos y se permitió a la población acudir a encuentros familiares, a visitar calles comerciales… Los resultados claramente se están viendo ahora. Tuvimos mala suerte. La Navidad coincidió con un momento en el que el virus estaba muy activo y con un alto índice de contagiosidad.

La primera ola nos llegó de improviso pero ahora ya sabíamos lo que podía ocurrir. ¿Hay culpables?

Sí hay culpables y son los que toman las decisiones. Si eres muy laxo con las medidas de restricción y las pocas que pones no las controlas, ahí hay una responsabilidad por parte de las autoridades. Creo que existe una falta de diligencia por parte de algunas autoridades para gestionar la pandemia. Quizá les falte bajar al terreno, pasearse por los hospitales y ver los problemas del día a día. Hubiera sido muy impopular ser más restrictivo, pero se podía saber lo que nos venía encima. Se deberían haber hecho muchas más cosas. No hace falta poner un policía detrás de cada ciudadano, pero con alguno en una rotonda de vez en cuando, bastaría.

¿Los ciudadanos no tenemos ninguna responsabilidad? Fernando Simón, sí lo cree.

No se puede responsaliblizar a la población de todo esto y decirlo casi con sarcasmo. Dijo que esto era la consecuencia de habérnoslo pasado muy bien. En esas fechas había gente hospitalizada que no lo estaba pasando bien, familias que perdían a sus seres queridos y muchos que han cumplido las restricciones. Hay que ser muy cuidadoso con los mensajes. Tampoco creo que no se deba dar nada por cerrado y decir que la cepa británica va a tener un efecto marginal, como dijo Simón. No hay que dar nada por cerrado, sobre todo porque los controles que se hacen de la cepa son aleatorios y no sabemos en realidad cuántos infectados hay y también porque el director del CCAES (Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad), ha fallado con sus predicciones más que una escopeta de feria.

En situaciones críticas como la pandemia sería el momento de contar con una única sanidad, como se hizo en la primera ola. ¿Deberían empezar hospitales públicos y privados a compartir camas?

Obviamente. Unificar recursos es una asignatura pendiente. Necesitamos una única historia clínica, donde figuren todos los actos médicos del paciente, con independencia de que sea atendido en el sector público, privado, en una residencia...

La Sanidad privada se ha ofrecido a participar en la campaña de vacunación. Si se trata de vacunar a cuantas más personas mejor, ¿por qué no aprovechar todos los recursos al alcance?

No es lógico que haya vacunas paradas porque no tenemos recursos para ponerlas. Deberíamos estar inyectando en centros públicos, privados, en mutuas, en empresas, en residencias... La vacunación es el gran desafío nacional. Estamos viviendo la tercera oleada, ahora lo importante es evitar la cuarta oleada y eso solo depende de nuestra capacidad de inmunización.

Las comunidades debaten si adelantar el toque de queda. ¿A las 20 horas, como propone Castilla y León? ¿a las 18 horas como ha decidido Francia?

No sé. Lo que sé es que a las 23 horas o las 24 horas es excesivo. Soy médico, pero no soy epidemiólogo ni virólogo, pero sí sé que después de un año soy «covidólogo» porque palpo a diario lo que ocurre. Debemos disminuir al máximo la movilidad e incentivar al máximo el teletrabajo, pero mantener los colegios abiertos porque hemos visto que no hay grandes brotes.