Un Gordo más grande, pero más difícil de acertar

A cambio, el premio Gordo será mayor: cada acertante del primer premio del sorteo se llevará 400.000 € al décimo, es decir, 20.000 € por cada euro apostado. También se incrementan los importes destinados al segundo (125.000 € para cada décimo) y a los quintos premios (6.000 € para cada uno).

Además, habrá un cambio más en lo que a premios se refiere: se añaden 20 pedreas más al bombo de los premios, por lo que el sorteo será un poco más largo y se llenará otro alambre de la última tabla.

Con estos cambios, el de 2011 será el sorteo más complicado de ganar. El incremento de la dificultad cada cierto tiempo es una premisa constante a lo largo de la historia del sorteo, en el que siempre se ha ido variando la proporción para aumentar así las ventas y la recaudación total.

Hace 50 años, el bombo de los premios albergaba casi la mitad de bolas de madera, 55.000 números. Entonces, cada décimo costaba mucho menos que ahora, 500 pesetas (3 € al cambio actual). Y se vendían en menor cantidad: tan solo 10 series de números, lo que hacía un total de 550.000 billetes y 5,5 millones de décimos.

Hoy, la situación ha cambiado de un modo radical: este año se han puesto a la venta 180 millones de décimos (32 veces más que en 1962). Es decir, 180 series de 100.000 números cada una. Este aumento forma parte de una estrategia habitual de LAE, que cada año intenta emitir más décimos que el año anterior, subiendo el número de series o de bolitas que entran en el bombo.

Lo que no varía ningún año es la proporción de los premios: el 70% de lo recaudado se destina a los ganadores. Y, el resto, a las inversiones del Estado a través del Tesoro Público.