El Gobierno se 'inventa' un máster para prestigiar la FP en su nueva ley
El Consejo de Ministros aprueba este martes el anteproyecto que permite obtener un máster con un curso de 300 horas
El Gobierno lleva hoy a Consejo de Ministros el anteproyecto de su ley de FP bautizada: Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional. Se trata de un texto que posiblemente sufra menos críticas durante su tramitación parlamentaria que la Lomloe, más conocida ... como ‘ley Celaá’, porque en este caso y a diferencia de esta, se ha contado con un importante actor en el ámbito de la Formación Profesional, que son los empresarios.
Sin embargo, no ha sido suficiente para que el texto, al que ha tenido acceso ABC, sea criticado por la comunidad universitaria . ¿Por qué? Una de las novedades del anteproyecto es que los alumnos que «superen un curso de especialización de la formación profesional obtendrán el título de máster profesional del perfil profesional correspondiente», según señala el anteproyecto.
Fuentes académicas consultadas consideran que usar terminología universitaria (es decir, un máster) genera confusión en el mercado y en los estudiantes , aparte de desprestigiar la Formación Profesional « buscando que se parezca a la universidad ».
«Deberían utilizar una terminología que no genere confusión, ni en los empleadores ni en los estudiantes. Por otro lado, la dignificación de la FP no se hace recurriendo a términos universitarios sino generando oportunidades de trabajo , salarios dignos y buscando una valoración social de la FP». Las mismas fuentes consideran que es parte de la política socialista, que consiste «en meter todo en una batidora y no saber ni qué se está haciendo».
La norma alude a cursos de especialización para obtener el título de máster profesional. Pero, ¿en qué consisten dichos cursos? «Tienen por objeto complementar y profundizar en las competencias de quienes ya disponen de un título de formación profesional o cumplan las condiciones de acceso que para cada uno de los cursos se determinen». Además, el anteproyecto señala que tendrán una duración « de entre 300 y 800 horas, pudiendo incluir, de estimarse necesario, una fase práctica dual ».
Cabe recalcar que en la universidad, para obtener el título de grado que luego da acceso a un máster se requieren hacer 2.400 horas (posteriormente, el máster universitario exige 600 o 1.200 horas) . Otras fuentes, en la misma línea señalan que «el Gobierno quiere confundir a las familias y a los estudiantes al permitir que los títulos de FP puedan tener la denominación de máster. La confusión es doble porque no estaríamos en presencia de un auténtico título universitario y, además, porque esta denominación, la de máster profesional, en el Espacio Europeo de Educación Superior se reserva a los títulos universitarios que permiten el acceso a una profesión regulada ».
«La norma, aunque tiene aspectos positivos, va a generar mucha confusión. Va a dar el nombre de máster a estudios que actualmente no son más que certificaciones, impartidas por personas sin estudios superiores. Más que prestigiar la FP; va a desprestigiar a todo el sistema. Se buscaba dotar de competencias a los trabajadores y lo único que se hace es dar vuelo a uno de los grandes problemas del país: la 'titulitis'», opina Jorge Sainz , exsecretario general de Universidades.
El anteproyecto también propone que los alumnos que hagan FP cursen materias de la Universidad y al revés. Concretamente, señala que «las administraciones educativas y las universidades promoverán el reconocimiento mutuo, en calidad de créditos de educación superior, de las enseñanzas de formación profesional de grado superior y las enseñanzas universitarias para facilitar el establecimiento de itinerarios formativos que reconozcan la formación previamente adquirida en ambos sentidos ». Sin embargo, nuevo en el papel, no es nuevo en la práctica.
Participación de la empresa en el currículo
Pero no todo han sido críticas. Los empresarios han mostrado su satisfacción con el texto. «Es muy positivo porque, por fin, vincula la FP al mundo de la empresa y además nos convierten en protagonistas del sistema», apunta Juan Carlos Tejeda , director del departamento de Educación y Formación de CEOE. Las organizaciones empresariales y los sindicatos serán los «interlocutores principales», dice el texto y, se contará con ellos para «la definición de las necesidades de formación de la población activa, el diseño de actuaciones y programas de formación, la acreditación de competencias, la orientación profesional y la evaluación de la estrategia nacional de formación profesional». La CEOE celebra el preponderante papel que el anteproyecto le da a la formación dual (la que combina formación en centros educativos con prácticas).
La nueva norma, que reemplaza a la Ley Orgánica 5/2002 de las Cualificaciones y la Formación Profesional, establece porcentajes para la participación de las empresas en la formación. En el caso del régimen dual general, la duración de la estancia en empresa estará entre el 25% y el 35% de la duración total de la formación ofertada y la compañía asumirá hasta un 20% de los resultados de aprendizaje del currículo. En el caso del régimen dual avanzado o en alternancia, la duración de la estancia en la empresa estará entre el 35% y el 50% de la duración total de la formación y la empresa asumirá hasta un 40% de los resultados de aprendizaje o módulos profesionales del currículo.