Esto es lo que se sabe de la hepatitis de origen desconocido y cómo protegerse

Se llama hepatitis a un conjunto de enfermedades que tienen en común la inflamación del hígado. El origen es diverso. La causa más común es una infección por virus. Pero el consumo excesivo de alcohol, tóxicos, venenos o medicamentos como el paracetamol pueden desencadenarla también.

Cuando aparece de forma repentina y no se identifica la causa, se define como hepatitis aguda de origen desconocido. Si no está relacionada con la ingesta accidental de un producto tóxico, se sospecha de un origen vírico. Los virus conocidos que lo originan son: A, B, C, D y E y el tipo de hepatitis se clasifica en función del virus que lo origina: hepatitis A, C, E... El brote detectado en el Reino Unido que ha puesto en alerta a Europa no está relacionado con ninguno de ellos. Tampoco se ha relacionado con otros virus conocidos como el citomegalovirus o el Epstein-Barr que también puede estar relacionado con la enfermedad.

No. Las autoridades sanitarias sospechan de un origen vírico aún sin identificar. Pero Pablo Rojo, pediatra y especialista en enfermedades infecciosas del Hospital 12 de Octubre de Madrid, llama a la calma: «No es un hecho nuevo que se diagnostiquen hepatitis agudas no filiadas, es decir de origen desconocido. Si son casos aislados no deberíamos inquietarnos. Lo importante del brote del Reino Unido es la agrupación de casos».

Las primeras investigaciones ya han descartado que la enfermedad esté relacionada con la vacunación del Covid y con el propio coronavirus porque no todos los niños afectados habían pasado el virus pandémico. El dato más objetivo para descartar la relación con la vacuna del Covid es que ninguno de los niños británicos afectados habían sido inmunizados porque eran menores de cinco años. Sí sería posible que un virus como el SARS-CoV-2 (al igual que otros virus) desencadenase la enfermedad. De momento, la única conclusión de las autoridades británicas es que, hasta el momento, no existe una conexión clara entre los casos, ni asociación tampoco con algún viaje a otro país. Solo se sospecha de un origen vírico.

Vómitos, dolor abdominal, fiebre y el síntoma más específico y llamativo es la ictericia, coloración amarillenta de la piel y de los ojos.

En general, la hepatitis A y la hepatitis E se transmiten a través del contacto con alimentos o agua contaminados con las heces de una persona infectada. También puede contraer hepatitis E al comer carne de cerdo o de caza y mariscos poco cocinada. La hepatitis B, C y D se transmite a través del contacto con la sangre. La B y D también se pueden propagar a través del contacto con otros fluidos corporales y de relaciones sexuales.

Las autoridades sanitarias aconsejan como principal medida preventiva el lavado frecuente de las manos, cubrirse al toser con la parte interior del codo y emplear pañuelos desechables. Se recomienda consultar con el pediatra si el menor comienza con síntomas que se agravan en pocos días.

Esta alerta se ha dado por los casos inusuales detectados en el Reino Unido, aunque las hepatitis agudas de origen desconocido no son solo una infección pediátrica. También la padecen los adultos.

Dependen del grado de afectación y tipo de hepatitis. Por ejemplo, existen fármacos muy eficaces que curan la hepatitis C . Y vacunas que previenen la A y la B. Para las hepatitis de origen desconocido solo se proporciona una terapia de soporte, pero no hay un tratamiento específico. «A veces es necesario aportar plasma si desencadena una alteración de la coagulación. Y en la situación más grave, cuando se produce un fallo hepático solo cabe hacer un trasplante de hígado para salvar la vida del paciente. Estos trasplantes tienen una urgencia cero, deben hacerse lo más rápido posible», explica Rojo, experto en infecciones pediátricas.

No es descartable. Recientemente, investigadores españoles han descrito los primeros casos de hepatitis aguda en Europa provocados por un nuevo virus de origen zoonótico, el Orthohepevirus C y una nueva causa de hepatitis aguda para explicar los casos de origen desconocido. El reservorio de este virus son los roedores, aunque ninguno de los casos identificados tuvo contacto directo con ellos. Una explicación es que podría haber una vía de transmisión animal-humano aún no conocida.