Las ONG contratacan: nuestras naves no son taxis de inmigrantes en el Mediterráneo

El fiscal Carmelo Zuccaro ha manifestado que tiene en su poder informes de Frontex, la Agencia Europea de vigilancia en fronteras y costas, en los que se evidencia una fuerte caída de peticiones de socorro por parte de las pateras en riesgo de naufragio porque los traficantes de seres humanos llaman directamente a las ONG y se ponen de acuerdo con ellas. Esos informes añaden que los barcos de las ONG actuarían como una especie de taxis: los traficantes hacen entrega de los inmigrantes a las ONG a pocas millas de la costa de Libia, lo que hace imposible arrestar a esos delincuentes.

Las ONG han contratacado subrayando que se lanzan «demasiadas falsedades», con perjuicio para seguir recibiendo ayudas económicas. Así Médicos sin Fronteras, que opera con la nave «Prudence» y recibió en el 2016 casi 57 millones de euros en donaciones, se siente especialmente perjudicada, según ha declarado Annalaura Anselmi, directora de recogida de fondos de la citada ONG: «Hemos perdido donaciones, algunas importantes , por parte de partidarios que han decidido retirar su contribución después de las continuas acusaciones».

La unión Europea puso en marcha la operación Triton, bajo el control de Frontex, después de la indignación y conmoción que suscitó en abril 2015 de un viejo pesquero con 700 inmigrantes frente a las costas de Libia. La operación multinacional Triton, hoy llamada Eunavfor Med o Sophia, tiene la misión de salvar vidas humanas operando con 11 embarcaciones, 3 aviones, 2 helicópteros y 350 guardias, bajo el mando o control del ministerio del Interior. En los últimos tiempos, mucho está cambiando la actuación de los traficantes.

A este respecto, después de la investigación en curso del fiscal Zuccaro sobre los presuntos contactos de traficantes de seres humanos y ONG, la portavoz de Frontex, Izabella Cooper, ha revelado datos muy importantes: «Hemos notado que en los dos últimos años los traficantes libios han cambiado su manera de actuar. En el 2012 los viejos pesqueros llegaban a Lampedusa o a otros puertos sicilianos. En el 2014 se paraban a mitad de camino entre Libia e Italia. Pero desde el 2016 la mayor parte de las operaciones de socorro se produce en el límite de las aguas territoria les de Libia.

Los traficantes proporcionan gasolina, comida y agua suficientes solamente para recorrer justo las 12 millas . Son lanchas neumáticas de calidad inferior a las anteriores, se importan de China, realizadas con una goma muy fina. Las llenan hasta con 170 personas, mientras que antes los viajes eran más largos y embarcaban unos 90 inmigrantes».

En su informe, Frontex ha explicado que hasta mayo 2016 gran parte de las operaciones de salvamento se iniciaba tras la petición de socorro que procedía de las mismas pateras de los inmigrantes. En estas circunstancias, las naves de las ONG prestaban asistencia en un 5% de los naufragios. A partir del verano del 2016, las llamadas de los inmigrantes desde las pateras han disminuido mucho y una parte importante de las operaciones de rescate la realizan las ONG justo en el límite de las aguas territoriales libias. Concretamente, desde el verano, según Frontex, las ONG han participado en el 40% de las operaciones de socorro .

El dato dramático es que nunca hubo tantos barcos para salvar vidas en el Mediterráneo, y nunca tantos muertos, porque cada día aumentan el número de inmigrantes que parten de Libia: 4.500 muertos en el 2016 frente a 2.800 en el 2015. Y desde el primero de enero hasta abril los desaparecidos son ya 849.

En general, las instituciones han salido en defensa de las ONG, elogiando su actuación porque salvan inmigrantes. Además, de su espíritu humanitario, salvo prueba contraria, no se puede dudar. El primer ministro, Paolo Gentiloni, ha manifestado: «Gracias a quien cada día salva vidas humanas» . En apoyo de las ONG se pronunciaron también este viernes personalidades del mundo de la política y de organizaciones como Caritas. Por su parte, las ONG que operan en el mar Mediterráneo se defienden afirmando que no tienen ninguna relación con los traficantes y se lamentan de que con esta polémica estén cayendo en picado las donaciones que reciben.

Será difícil que se aplaque la polémica, hasta que se termine la investigación de la magistratura. El ministro de Justicia, Andrea Orlando, ha manifestado que sobre la actuación de las ONG en el Mediterráneo «no se debe generalizar ni instrumentalizar », al tiempo que dio su apoyo a la fiscalía de Catania. Es evidente que no es casual la advertencia del ministro para que no se instrumentalice el caso, porque un día sí y otro también algún dirigente del Movimiento 5 Estrellas aprovecha para acusar a las ONG de «taxis del Mediterráneo».

En una comparecencia en el Senado el fiscal Zuccaro confirmó que sus informaciones de la presunta conexión de traficantes con algunas ONG proceden de Frontex, de la Marina italiana y de Eunavfor. Además de solicitar más medios para investigar y comprobar los medios de financiación de las ONG, el fiscal Carmelo Zuccaro ha precisado: « En estas organizaciones no todos son filántropos. Su disponibilidad de tanto dinero puede esconder financiación de gente que tiene intereses diversos o de parte de los mismos traficantes. Algunas de estas naves tienen bandera panameña o de Nueva Zelanda. Está claro que las ONG Médicos sin Fronteras o Save the Children no deben demostrar nada a ninguno, pero no todas las ONG están en el mismo nivel y yo –ha concluido Zuccaro- tengo el deber de hacer preguntas y buscar respuestas».

En cualquier caso, con su investigación el fiscal de Catania podrá seguramente aclarar algunos aspectos de la actuación de ciertas ONG en el Mediterráneo, pero no servirá para resolver el grave problema de la inmigración. Miles y miles de desesperados de países en guerra , en miseria, en caos o sin derechos humanos seguirán soñando con llegar un día a Europa.