«Ya no importa que los ciudadanos tengan diarreas», critica el consejero vasco de Salud

Antes de sentarse en la mesa de reuniones, el consejero del País Vasco, Rafael Bengoa criticó la salida de la financiación pública del casi medio millar de fármacos. Entre las medicinas que a partir de ahora los ciudadanos tendrán que pagar en su totalidad figuran laxantes, antidiarréicos, tratamientos contra la ansiedad, la congestión nasal o las «lágrimas artificiales» . «Ya no es tan importante como antes que los españoles tengan diarreas o estreñimiento», dijo a la entrada de la reunión. A su juicio, muchos de los tratamientos incluidos en el medicamentazo son «muy importantes» para muchísimas personas y aunque parezcan problemas leves «cuando se vinculan a otras enfermedades obviamente te quitan una calidad de vida muy grande».

Bengoa también lamentó que el Ministerio de Sanidad haya lanzado su propuesta antes de discutir los medicamentos que se podían excluir con la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias . Esta red es la que decide, con criterios técnicos, qué fármacos tienen financión pública y cuáles no. En la reunión de hoy estaba previsto aprobar el plan de trabajo de estas agencias. «No sabemos qué es lo que hay detrás de este listado. El Ministerio funciona de una forma impositiva», señaló.

Bengoa también se reafirmó en el decreto que el País Vasco aprobará para impedir que los ciudadanos vascos empiecen a pagar más por los medicamentos a partir del domingo. «La gente ya lo está pasando muy mal para añadirles más inseguridad» .

La consejera de Andalucía , María Jesús Montero , tampoco eludió las críticas. Como el País Vasco defendió el recurso de su comunidad contra los recortes y lamentó un medicamentazo que, en su opinión, parece dictado por la industria farmacéutica . Recordó que la medida del Gobierno se ha tomado una semana después de que el presidente de Farmaindustria, la patronal de las farmacéuticas, exigieran la exclusión de estos medicamentos de bajo coste y para el tratamiento de problemas menores. Y advirtió del riesgo de que medicinas que ahora son baratas, se disparen cuando el precio deje de estar controlado por Sanidad. «Un medicamento que hoy vale un euro puede llegar a costar un precio ilimitado, con mayor repercusión en el bolsillo del ciudadano», advirtió Montero.

El consejero de Cataluña , Boi Ruiz , fue menos duro. Garantizó que su comunidad cumplirá la legislación y el 1 de julio empezará a aplicar el nuevo copago de los medicamentos. Asimismo prometió que ninguno de los pensionistas catalanes pagará en la farmacia más de la cantidad máxima establecida en el decreto.