China lo vuelve a hacer: ahora también doblega a la variante Delta

En las últimas 24 horas las autoridades han detectado 21 nuevos contagios sintomáticos –las cifras oficiales chinas no contabilizan los asintomáticos como casos confirmados–, todos ellos importados. Estos se añaden a los 1.200 que ya deja esta virulenta oleada, repartidos a lo largo de 17 provincias y más de 30 ciudades . Esta rápida expansión se explica por la presencia de la mutación descubierta en India en octubre del año pasado y convertida en la predominante a nivel mundial gracias a su alta transmisibilidad: hasta un 60% más contagiosa que el patógeno primigenio.

El origen de este rebrote se remonta al 20 de julio, cuando nueve limpiadoras del aeropuerto de Lukou en la ciudad de Nanjing dieron positivo en un control rutinario. Todas ellas habían trabajado juntas en el interior de un avión procedente de Rusia diez días antes . El coronavirus logró colarse, saltando las exhaustivas medidas de prevención, pues el aeropuerto no establecía distinción entre el personal que operaba vuelos nacionales e internacionales.

Las autoridades sanitarias se pusieron en máxima alerta desde el primer momento, empezando por blindar la capital, Pekín, que cortó toda comunicación con aquellas zonas consideradas de medio y alto riesgo. También recuperaron la escrupulosidad en el rastreo por medio de servicios electrónicos , los confinamientos selectivos y los testeos masivos. Nanjing, por ejemplo, realizó hasta cuatro rondas de pruebas generalizadas entre sus nueve millones de habitantes.

Un mes después, estos esfuerzos han comenzado a dar fruto. Desde hoy, los residentes en Nanjing no necesitan presentar un test reciente para poder abandonar la ciudad. A lo largo del fin de semana las autoridades han levantado asimismo los confinamientos que todavía quedaban vigentes en algunas áreas remotas de Pekín y otras ciudades como Wuhan. China ya doblegó en mayo un primer rebrote de la variante delta localizado en Cantón , la primera transmisión comunitaria en su territorio, saldada en aquella ocasión con 167 casos.

Pero no todo son buenas noticias. Shanghái ha puesto a varios centenares de personas en cuarentena después de que este fin de semana se detectara un nuevo foco en el aeropuerto de Pudong, a raíz de la infección de cinco trabajadores. La Comisión Municipal de Salud ha asegurado hoy haber realizado pruebas entre más de 80.000 individuos sin detectar positivo alguno hasta la fecha.

Mientras tanto, la campaña de vacunación sigue su curso. China ha administrado casi 2.000 millones de dosis entre sus ciudadanos , según informó este domingo la Comisión Nacional de Salud. Más de 777 millones de personas, equivalente al 55% de la población del país, ya han recibido la pauta completa.

En vista de esta tendencia, Zhong Nanshan, el científico que lideró la respuesta a la pandemia, declaró el pasado viernes que elevar este porcentaje hasta el 80% permitiría alcanzar la inmunidad de rebaño antes de final de año . Esto, pese a las dudas sobre la eficacia de las vacunas chinas, inferior a la de otras soluciones internacionales. Zhong mencionó también la posibilidad de inyectar nuevas dosis de refuerzo al cabo de seis meses, periodo tras el que la protección se reduce de manera significativa.