El cambio que Alegría metió 'in extremis' en el currículo de Infantil para discriminar a la concertada

El texto se mantiene igual en su totalidad al avanzado por este periódico con una salvedad . El artículo 5, dedicado a los principios generales de esta etapa dejan claro se tenderá a la extensión o universalización del primer ciclo (0-3 años) a través de «una oferta pública suficiente», frase que deja afuera, una vez más, a la concertada. Esta mención a la «oferta pública» no se hace en el borrador final que, de hecho, contaba con el aval del Consejo de Estado (máximo órgano consultivo del Gobierno) por lo que habitualmente no suele modificarse y menos si se ha obtenido su dictamen favorable.

Sin embargo, la redacción cambió ya que antes se mencionaba lo siguiente: « Se tenderá a la progresiva extensión de la gratuidad al primer ciclo, priorizando el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza y exclusión social y la situación de baja tasa de escolarización». Estas ideas siguen en el texto final (gratuidad y alumnado en riesgo de exclusión) pero no se dejaba afuera la concertada. Cabe recordar que ambas redes, la pública y la concertada, son complementarias en la prestación del servicio público a la educación .

La noticia ha sentado muy mal a la concertada. «Ya que han establecido que el primer ciclo (0-3) sea una etapa exclusivamente educativa (y no educativo-asistencial) se debería aplicar el artículo 27 de la Constitución que alude a la libertad de enseñanza y al derecho de los padres a elegir el tipo de educación que desean para sus hijos. Pero lo que están haciendo es promover la extensión de la gratuidad en el 0-3 solo a través de centros públicos», critica Luis Centeno , secretario general adjunto de Escuelas Católicas, la patronal más grande de la concertada en España. «¿Alegría no se supone que llegó para ser conciliadora con la concertada, para tender puentes? Esto es un jarro de agua fría, sigue la misma línea que la marcada por Celaá», plantea Centeno.

En cualquier caso, este añadido también está contemplado ya en la ‘ley Celaá’ (en la disposición adicional tercerca) y que se desarrolla a través de este real decreto por lo que no sorprende tanto su contenido .

Por otro lado, el texto aprobado ayer mantiene el polémico apartado del que informó este periódico en el que se señala que es esta la edad «en la que se produce el descubrimiento de la sexualidad y se inicia la construcción de género» y en la que es necesario acompañar a los niños que no se identifiquen con el sexo asignado al nacer.

Tampoco se produjeron cambios en lo relativo al escaso papel que se le dedica a la familia en este currículo. ABC denunció que se deja a un lado a padres, madres o tutores legale ya que apenas son mencionados en la norma . Las enseñanzas de Religión tampoco cambian, es decir, se mantiene un vacío en cuanto a si tendrán o no actividades alternativas o ‘espejo’.

Tal como recordó ayer Educación en un comunicado, a partir de estas enseñanzas mínimas del nuevo real decreto, «las comunidades autónomas, en el ejercicio de sus competencias, establecerán el currículo de Infantil y el profesorado será quien adapte y contextualice estas enseñanzas a los niños que conforman el grupo. El currículo de Infantil empezará a implantarse en el curso 2022-2023». Según la ‘ley Celaá’, a la a administración central le corresponde un 55 por ciento de las competencias curriculares en el caso de las comunidades autónomas con lengua cooficial, y un 65 por ciento en el resto.