El Papa invoca «la luz de la paz» para Libia, el norte de África y Oriente Medio
Reposará una semana en Castelgandolfo antes de la beatificación de Juan Pablo II
JUAN VICENTE BOO
En la fiesta mas importante del año, Benedicto XVI invocó este Domingo de Pascua la «luz de la paz y de la dignidad humana» para Libia, el norte de África y Oriente Medio, donde es necesario «construir una sociedad en que ... toda decisión política se inspire en el respeto a la persona humana». Su mensaje al mundo antes de impartir la bendición «Urbi et Orbi» incluyó peticiones para que «se recomponga la convivencia civil en Costa de Marfil» y para que Japón «encuentre alivio y esperanza».
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Aunque el sol faltó a la cita debido a una ligera neblina, la plaza de San Pedro estaba radiante, adornada con más de cuarenta mil flores que instalan cada año los católicos holandeses desde que lo hicieron por primera vez en 1985 para agradecer el viaje de Juan Pablo II a su país. El Papa impartió la bendición «Urbi et Orbi», a la ciudad y al mundo, desde el balcón central de la basílica, flanqueado por 1.700 rosas.
«Dios se nos muestra como Creador»
El anuncio de la Resurrección de Jesús incluyó este año numerosas referencias a la historia de la humanidad y a la naturaleza, siguiendo la línea iniciada en la misa de la noche del sábado, cuando afirmó que «Dios se nos muestra como Creador , y por eso tenemos una responsabilidad con la creación». En su homilía el Santo Padre advirtió que «si el hombre fuese solamente un producto casual de la evolución en algún lugar marginal del universo, su vida carecería de sentido o sería incluso una molestia para la naturaleza».
El bautismo de adultos
La liturgia de la noche incluyó, como es tradicional, el bautismo de varios adultos, en este caso seis hombres y mujeres que provenían de Suiza, Albania, Rusia, Perú, Singapur y también de China. Zhonghua Wang, estudiante de historia del arte en Alemania, que vino a Roma con el Congreso UNIV 2011 , manifestó que regresará a su país, y que no tiene miedo de vivir como católica en China a pesar de las dificultades.
El bautismo de adultos en la noche de la Pascua está volviendo con fuerza, y son habitualmente decenas de miles en todo el mundo. En Sudáfrica, por ejemplo, fueron 1.116, mientras que en Francia superaron los 3.000.
La liturgia del domingo
En la misa del domingo en la plaza de San Pedro, el Papa insistió en la historicidad de los hechos afirmando que «la Resurrección de Cristo no es fruto de una especulación , de una experiencia mística. Es un acontecimiento que sobrepasa ciertamente la historia pero que sucede en un momento preciso de la historia, dejando en ella una huella indeleble».
«En el cielo todo es paz y regocijo»
Benedicto XVI elevó el horizonte de la fiesta para incluir también la alegría de los santos, pues «a esta invitación de alabanza que sube hoy del corazón de la Iglesia, los «cielos» responden al completo: la multitud de los Ángeles, de los santos y beatos se suman unánimes a nuestro júbilo». Al mismo tiempo, reconoció que si bien «en el cielo todo es paz y regocijo», en la tierra «lamentablemente no es así» pues la alegría del anuncio de la Resurrección contrasta «con los lamentos y el clamor que provienen de tantas situaciones dolorosas : miseria, hambre, enfermedades, guerras y violencias».
Era un repaso a la situación del mundo, que ha incluido numerosos conflictos y catástrofes en los últimos meses. El Papa los tenía presentes, y por eso dijo que su mensaje quiere llegar «especialmente a los pueblos y las comunidades que están sufriendo un tiempo de pasión, para que Cristo resucitado les abra el camino de la libertad, la justicia y la paz».
A media tarde, el Papa se desplazó en helicóptero a la residencia de Castelgandolfo, junto al lago Albano en las afueras de Roma. Aunque el objetivo es reposar hasta el próximo sábado, Benedicto XVI dirigirá hoy lunes a mediodía el rezo del «Regina Coeli», que sustituye al Ángelus durante este tiempo de Pascua. Tendrá un público muy especial: varios miles de niños de un encuentro organizado por la asociación «Meter», que combate la pornografía infantil y la explotación de menores en Internet.
La beatificación de Juan Pablo II congregará miles de personas
Al comienzo de la misa de ayer, los fieles llenaban ya la plaza de San Pedro , y siguieron afluyendo hasta ocupar buena parte de la Vía de la Conciliación, casi hasta el río Tíber. La llegada de ciento cincuenta mil personas fue un «ensayo» de la gran fiesta de la beatificación de Juan Pablo II, que congregará de nuevo multitudes en torno a la plaza de San Pedro el próximo sábado y domingo.
La acogida de los peregrinos
En previsión del acontecimiento se han instalado ya antenas de telefonía móvil para añadir cientos de miles de líneas a la capacidad normal de la zona, y se están montando pantallas gigantes en todas las plazas cercanas a la basílica de San Pedro.
La Ciudad de Roma está dispuesta a volcarse en la acogida a los peregrinos ya que, según afirma su alcalde, Gianni Alemanno, «queremos demostrar que todos son bienvenidos y que los apreciamos a todos».
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