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Alrededor de 49 millones de personas dejarían de fumar si se incrementaran los precios un 50%

La Sociedad Europea de Neumología considera que esta subida debería ir acompañado de una reinversión en campañas de prevención y de tratamiento del tabaquismo

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El tabaquismo no es solamente una enfermedad crónica, es además un importante problema social, cultural y económico y, precisamente por ello, es importante tomar una serie de medidas para reducir su consumo, como la subida de los precios de los productos de tabaco, ya que un incremento de estos en un 50% supondría que 49 millones de personas dejaran de fumar, según ha destacado el presidente del Comité de Control del Tabaquismo de la Sociedad Europea de Neumología (ERS, por sus siglas en inglés), Carlos Jiménez-Ruiz.

Además, este incremento de precios debería ir acompañado de una « reinversión de aquellos ingresos que los gobiernos obtengan de la subida de precios en campañas de prevención y de tratamiento del tabaquismo, un aspecto en el que queda mucho por hacer en los países de la comunidad ibero-latino-americana», ha explicado Jiménez Ruiz.

Junto con este dato, extraído de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el profesor Jiménez-Ruiz ha expuesto una serie de recomendaciones específicas para mejorar las estrategias de control del tabaquismo, durante la Cumbre latinoamericana de médicos, científicos y autoridades sobre estrategias de prevención del tabaquismo, celebrada este lunes 27 en Madrid.

En esta línea, la OMS cuenta con un Convenio Marco para el Control del Tabaquismo y el profesor ha considerado «fundamental» incluir el cumplimiento de este convenio dentro de las prioridades nacionales de desarrollo, «pero, además, también es importante que se cree en cada uno de los países latinoamericanos un mecanismo nacional de coordinación, integrado por representantes de todos los sectores con influencias en el campo del tabaquismo y liderado por representantes de los Ministerios de Sanidad».

Asimismo, las interferencias que se producen en las políticas contra el tabaquismo por parte de la industria tabacalera es un aspecto en el que los países tienen que ser estrictos, junto con las respectivas regulaciones en el consumo de tabaco en los lugares públicos, una situación calificada por el profesor como «heterogénea», pues unos países tienen una legislación «muy buena» y otros no tanto, en donde, en su opinión, se debe mejorar.

Igual de importante es la promulgación de políticas en favor de la asistencia a fumadores a través de líneas telefónicas , una medida que ya se está llevando a cabo en la Comunidad de Madrid y Andalucía, aunque para Jiménez-Ruiz es necesario que esta asistencia se haga a nivel nacional; así como la creación de redes asistenciales de consultas y/o unidades de tabaquismo, donde aquellas personas que fumen puedan recibir ayuda, como la que existe en México, considerada por el profesor como «una buena red».

La financiación de tratamientos para dejar de fumar y la prohibición «total» del patrocinio también deben ser dos medidas a adoptar por parte de los gobiernos, pues estas son «imprescindibles» para que se reduzca el consumo de tabaco.

De modo paralelo a estas estrategias, los países ibero-latino-americanos deberían aplicar el etiquetado genérico , es decir, paquetes de tabaco en los que desaparezca la imagen de marca y los colores y logos que lo puedan identificar, así como adoptar medidas para evitar el uso de cigarrillos electrónicos y pipas de agua, según el profesor.

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