«El Acuerdo de París es un logro de todos los países del mundo»

«Que el premio sea en la categoría de Cooperación Internacional es lo más significativo -dice Figueres-, porque se reconoce todo el proceso hasta llegar al Acuerdo de París, el acuerdo en sí y el futuro camino que queda para su implementación, en el que necesariamente hay que cooperar. Eso es lo que había faltado antes». Y es que para llegar a este primer acuerdo climático universal fueron necesarios 20 años de negociaciones, en donde no faltó ni un protocolo, el de Kioto, que solo afectaba a unos pocos países que apenas sumaban el 10% de las emisiones globales, ni una reunión, la de Copenhague en el año 2009, que terminó con final desastroso.

La diplomacia climática, guiada con mano magistral por el ministro Fabius y la propia Figueres, hicieron posible que ese desastre no se repitiera en París. Al contrario, el 12 de diciembre de 2015 los 195 países que forman parte de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático adoptaban por unanimidad el acuerdo, que es jurídicamente vinculante y que obliga a tomar las medidas necesarias para que la temperatura del planeta quede «muy por debajo de los 2ºC» con respecto al nivel preindustrial e insta a que se hagan más esfuerzos para lograr no superar los 1,5ºC.

De «hito histórico» lo califica el jurado, Figueres habla de «hito monumental», pero no cree que sea mérito solo de la UNFCCC, sino que cree que el Premio Princesa de Asturias «es un reconocimiento a todos los gobiernos, nacionales y subnacionales, y a otros actores no gubernamentales». A juicio de Figueres, lo más importante del Acuerdo de París es que «reconoce las diferencias entre unos y otros. Esa es la gran lección, que se puede respetar la diversidad pero a la vez llegar a estructuras para un bien común y, en este caso, también global».

Aunque hasta el momento solo han ratificado el acuerdo 18 países, el hecho de que a la ceremonia de apertura de firma del Acuerdo, el pasado 22 de abril en la sede de la ONU en Nueva York , asistieran representantes de 175 países «demuestra que hay voluntad de dar los siguientes pasos», señala Figueres. «La motivación es muy fuerte, no se trata de cumplir una promesa sino que por parte del sector privado, por ejemplo, la motivación es seguir siendo competitivos en una economía global que se mueve hacia una economía baja en carbono; por parte de las ciudades, es vivir en lugares más habitables y va en el interés de la salud de sus habitantes... Y por eso esto va adelante».

La secretaria ejecutiva de la Convención -que el próximo 6 de julio deja el cargo, al que accedió en 2010, y será sustituida por la mexicana Patricia Espinosa, ex secretaria de Exteriores de ese país- se muestra confiada en que la entrada en vigor del Acuerdo de París podría producirse antes de lo previsto (2020). Para ello tienen que ratificarlo 55 países que sumen al menos el 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. «Estados Unidos y China ha prometido ratificarlo este año, puede que India también entre... Creo que hay tal entusiasmo que el acuerdo podría entrar en vigor el año que viene».

En cuanto a los próximos pasos a dar ante la siguiente Cumbre del Clima que se celebrará en Marrakech en noviembre, Figueres cree se trata de «ir cerrando la brecha» entre los esfuerzos comprometidos hasta la fecha por los países y los niveles a los que hay que limitar el incremento de las temperaturas para evitar los efectos extremos del clima.

Este ha sido el séptimo premio en concederse de los ocho galardones que convoca cada año la Fundación Princesa de Asturias. En septiembre se concederá el de la Concordia.