Los accidentes provocados por conductores varones causan el doble de muertos

Cabe recordar que en nuestro país el censo de 26 millones de conductores es un 46% mayor en el caso de los hombres (unos 15 millones, según las cifras facilitadas por la DGT), aunque la comparativa para el estudio se ha hecho con ratios en las mismas proporciones.

Mujeres asistentes a la sala, como la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor , y también la presidenta de la Fundación Eduardo Barreiros, su hija Mariluz Barreiros , han apuntado las ocasiones en las que una conductora es objeto de frases típicas y desplantes, que este estudio acaba por desarbolar.

El trabajo está basado en datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre 213.793 accidentes de tráfico ocurridos en las carreteras españolas entre 2004 y 2013: 132.544 de ellos con un solo automóvil implicado (esto es, sin contrario) y 81.249 con dos coches involucrados (es decir, con dos conductores, independientemente del sexo). El estudio compara las tasas de probabilidad entre ambos sexos teniendo en cuenta que en los índices, cuando el ratio es superior a uno, destacan los hombres y cuando es inferior a uno, lo hacen las mujeres.

Así, la tasa de mortalidad por millón de conductores entre hombres y mujeres es de 2,27 , es decir, ellos tienen 2,27 veces más riesgo de morir al volante que ellas. Sin embargo, esto varía con la edad, porque la probabilidad de fallecer entre los hombres se incrementa entre 18 y 29 años (3,41) y de 30 a 54 años (4,60), mientras que disminuye entre 55 y 74 años (1,16), y las mujeres tienen un mayor riesgo a partir de los 75 años (0,19). La implicación de los hombres es 1,43 superior a la de las mujeres en los accidentes sin contrario, y algo superior (1,57) cuando colisionan dos automóviles.

Por la tipología del accidente, los hombres están más presentes en los atropellos (1,3 veces más que las mujeres), los vuelcos del automóvil (1,16) y las conlisiones frontales (entre 1,24 y 1,03, según la edad), en tanto que las mujeres tienen más probabilidades de salirse de la vía (0,91 y de verse implicadas en colisiones por alcance (de 0,88 a 0,91). En cuanto a las infracciones cometidas en accidentes de tráfico sin otros vehículos implicados, los hombres hasta los 75 años destacan en la velocidad (entre 1,4 y 1,2), no tener documentos en regla como la ITV pasada (de 4,16 a 1,14), haber consumido alcohol o drogas (de 3,77 a 6,27) y en las distracciones (de 1,06 a 1,15).

Y en cuanto a siniestros entre dos coches, los hombres de 18 a 55 años están más implicados en velocidad inadecuada o excesiva (las mujeres a partir de 56 años) e infracciones administrativas (las mujeres desde los 56 años), y en cualquier edad al haber consumido alcohol o drogas. Cabe destacar que el riesgo de que un conductor cometa una infracción por alcohol o drogas se quintuplica a partir de los 31 años en comparación con las conductoras.

Y sobre las consecuencias de los accidentes, los hombres tienen un 44% más probabilidades de resultar herido grave cuando solo hay un vehículo involucrado en el siniestro. Si hay otro coche accidentado, el riesgo de fallecer es el doble cuando los dos conductores son hombres.

Las autoridades presentes han constatado la necesidad de poner en marcha medidas para atajar los 1.160 muertos que todavía hubo en las carreteras nacionales el año pasado. De hecho, Ana Pastor ha pedido a los cinco profesores responsables del estudio que lo trasladen al Parlamento para su abordaje en el seno de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso. En 1989, cuando no había una preocupación manifiesta por la seguridad vial, esta cifra de fallecidos ascendía por encima de los 10.000 y «aunque las cosas se han hecho bien, todavía tenemos que pensar qué más se puede hacer», ha dicho Arenas, coordinadora del trabajo. En ese sentido, se ha recordado que la media de fallecidos en Europa es de una tasa de 52 por un millón de habitantes, mientras que España tiene un índice de 36 de cada millón.

«Existen diferencias signitivas entre la conducción de una mujer y un hombre, con un comportamiento más respetuoso por parte de ellas y un perfil accidentológico distinto y más favorable a las mujeres, ya que entre otras cosas, producen una menor lesividad en los ocupantes del vehículo y también en los peatones », ha aclarado Arenas. «Como mujer, pero también en nombre de mis compañeros, me siento muy orgullosa de los resultados obtenidos con el estudio», ha añadido la profesora.