El polémico Toro de la Vega regresa con más «fiereza»

Junto a los «gladiadores...», numerosos colectivos se han movilizado activa y agresivamente para tratar de impedir un evento que la mayoría de los vecinos de Tordesillas y el propio alcalde, el socialista José Antonio González Poncela, defienden «por tradición y devoción». Sin plantearse en ningún momento suspender la peculiar jornada, ahora el temor reside en los incidentes que seguro se producirán al comienzo de la misma. Si ya en 2014 la Guardia Civil se vio obligada a desalojar a decenas de personas que impedían el desarrollo normal del festejo, este año todo indica que la cifra de «contrarios» se multiplicará.

Los grupos animalistas están más unidos que nunca y se han valido de las redes sociales para «animar» a sus «seguidores» a acudir al municipio en iniciativas como «Excursión Okupa Tordesillas» que asegura la presencia de cientos de ciudadanos de diversos puntos de España y augura que la posibilidad de que se produzcan enfrentamientos entre partidarios -suelen acudir unas 30.000 personas cada año- y «antis» sea bastante elevada. Más aún, después de que el pasado miércoles el propio regidor fuera objeto de un intento de agresión por un grupo de animalistas minutos antes de que presentara en Madrid el Congreso Internacional Sobre el Toro de la Vega que arranca también mañana.

Para que la situación no se descontrole aún más de lo previsto, habrá de nuevo un amplio dispositivo policial –ampliable según transcurran los acontecimientos–, además de que se contará con la novedad de que un helicóptero controlará todo el recorrido para detectar posibles comportamientos «anómalos».

Y es que los días previos al torneo han dado para mucho. Ya antes de que se conociera que «Rompesuelas», un morlaco de 640 kilos de la ganadería Herederos Conde de la Cortes, era el elegido para ser lanceado, la plataforma La Tortura No Es Cultura (Ltnec) propuso sin éxito celebrar un gran festival –«Rock in Vega»– en lugar del festejo con el aliciente de que un centenar de artistas se habrían sumado supuestamente a actuar en el municipio de forma gratuita. Entre ellos, el Gran Wyoming, José Mota, Eva Hache, Goyo Jiménez, Gabino Diego, Fernando Tejero, Natalia Millán, Santiago Segura, Arturo Valls, DJ Nano, Bimba Bosé y bandas musicales como M-Clan, Estopa, Reincidentes o La Oreja de Van Gogh. La intención de consultar con los vecinos del pueblo -que habría rechazado la jugosa oferta- también cayó en saco rato.

Además, las fiestas de Tordesillas no sólo dejarán de disfrutar de tantas «estrellas» que en teoría iban a acudir al municipio sin cobrar, sino que ya se han perdido la actuación de La Unión, que suspendieron a última hora su concierto debido precisamente a las presiones de los animalista. Menos «gracia» tuvieron las amenazas del colectivo «Anonymous», que desde las redes sociales y a través de un vídeo llamaron a boicotear desde el día 1 de septiembre todas las páginas web que tuvieran relación con Tordesillas.

Junto a la intensa movilización de las asociaciones que rechazan «el maltrato» animal, la pelea política también se ha dejado notar estos días. Con la «sorpresa» de que la plataforma en la que esta incluida Izquierda Unida en Tordesillas se puso del lado del festejo al exigir que «no se criminalice» el municipio -aunque luego Equo «animó» a sus socios de IU a que pidieran públicamente la suspensión del festejo-, el PSOE ha esperado hasta el último momento para entrar en «faena». Si hace un año Pedro Sánchez se estrenaba como secretario general de su formación interviniendo en el programa de televisión «Sálvame» para mostrar su desprecio al torneo y asegurar que haría todo lo posible por que desapareciera, el pasado viernes el líder socialista afirmó directamente que le «avergüenza» el Toro de la Vega y ponía a «su» alcalde a los pies de los caballos al asegurar que Poncela mantenía el festejo «como regidor y no como socialista».

Eso sí, condenaba las amenazas de muerte que ha recibido el primero de los tordesillanos. Mientras, el partido Pacma entregaba esta misma semana al responsable socialista de Cultura, Ibán García del Blanco, 120.000 firma contra el torneo y el PSOE volvía a insistir en que si gobierna cambiará la ley para que éste y otros espectáculos taurinos en los que hay «un nivel alto de maltrato» dejen de existir .