La esclerosis múltiple, primera causa de discapacidad entre los jóvenes

«La esclerosis múltiple se puede presentar a cualquier edad, aunque lo hace sobre todo entre los 20 y los 40 años y, por razones que aún se desconocen, es más frecuente en la mujer», dice la doctora Ester Moral, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología. «Tampoco se conoce la causa exacta por la que se inicia la enfermedad, aunque la hipótesis más aceptada es la predisposición genética asociada a ciertos factores ambientales, aún desconocidos, que originan una alteración en la respuesta inmunológica. Sin embargo, aunque puede existir esa predisposición familiar, no es una enfermedad hereditaria, pues solo un 15-20% de los pacientes tienen familiares con esclerosis múltiple».

Los primeros síntomas suelen ser la alteración de la sensibilidad (45%), la dificultad para coordinar movimientos (40%) y los trastornos visuales (20%), apareciendo bruscamente cada nuevo síntoma en un 85% de los casos, para que, con el paso de los años, hasta un 40% de los pacientes tengan un avance progresivo de la enfermedad. Con los nuevos medicamentos, hay algunos pacientes que han logrado no padecer estos brotes. Sin embargo, más de la mitad de los pacientes que sufren esta enfermedad neurológica crónica afirma tener dificultades para realizar las actividades de la vida diaria y un 42% de los afectados afirma que su calidad de vida depende en gran medida del uso de medicamentos o ayudas médicas como la rehabilitación.

«Aunque estamos aún lejos de encontrar la cura definitiva de la enfermedad, han aparecido y aparecerán nuevos fármacos que permiten tratar los brotes, los síntomas asociados a la enfermedad y dirigidos a modificar la evolución de la misma», afirma la doctora Moral, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple. «Es en este terreno donde se están realizando un mayor número de avances. Así pues, cada vez tendremos más posibilidades terapéuticas entre las que elegir la mejor opción para cada paciente, personalizando cada caso. Tampoco hay que olvidar que el tratamiento farmacológico debe ir unido a tratamientos rehabilitadores como fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia. Así es efectivo el control de los síntomas de la enfermedad, tanto los relativos al movimiento como los del deterioro cognitivo, la fatiga o los problemas de ánimo».

La experta da algunas claves para mejorar la calidad de vida los pacientes:

-Mantener buen estado de ánimo. «Es una condición indispensable para mejorar su calidad de vida», asegura la doctora Moral.

-Llevar una alimentación variada y equilibrada, siguiendo el estilo de la dieta mediterránea y reforzando la ingesta de fibra, calcio y Vitamina D.

-Evitar el sobrepeso con la práctica de ejercicio moderado.

-Abandonar el tabaco y el alcohol.

-Evitar el calor. «Con el tiempo caluroso, muchos de los pacientes presentan un empeoramiento transitorio de los síntomas de la enfermedad”, refiere la doctora Moral. “Deben tomar medidas como la utilización de aire acondicionado, baños con agua fría, aplicaciones de hielo local o la ingesta de líquidos, son medidas a tener en cuenta».