Las violentas protestas empañan la inauguración de la Expo 2015 de Milán

Con 145 países participantes, la Expo será una especie de festival en torno a la alimentación en todas sus facetas, con el objetivo de mostrar un modo mejor de vivir, con más placer, seguridad y ética. La iniciativa se ha gestado durante siete años, desde que el 31 de marzo 2008 en París se adjudicaba a Italia la Expo 2015.

Las protestas, sin embargo, buscan ensombrecer el estreno de la Expo. Las acciones de los alborotadores, encapuchados y distribuidos en pequeños grupos que emplean tácticas de guerrilla urbana, se han saldado con coches y contenedores incendiados y lanzamiento de objetos a las fuerzas del orden. La policía, po su parte, ha respondido con gas lacrimógeno y el ambiente en la centro de la ciudad, envuelto en humo y con carreras de unos y otros, es de caos.

Los incidentes se han saldado hasta el momento con once policías heridos y una decena de detenidos, todos ellos de nacionalidad italiana. Entre los manifestantes extranjeros había españoles.

Mientras, en el recinto de la Expo, el primer ministro italiano, Mateo Renzi, daba por inaugurada la muestra, que ve en ella un impulso para la salida de la crisis que ha atravesado el país en los últimos años. «Hoy comienza un mañana», ha proclamado Renzi.

Poco antes, el Papa Francisco ha dirigido un mensaje a los participantes en la ceremonia , en el que ha pedido que el lema de la Expo, «Alimentar el planeta» no se quede solo en un «tema», sino que vaya acompañado por la «conciencia de los rostros» de «millones de personas que hoy tienen hambre, que hoy no podrán comer de modo digno de una persona humana».

El bautizo de la Expo había sido anoche en la plaza del Duomo con un concierto, transmitido en mundovisión. Pero mientras el público se embelesaba con la voz de Andrea Bocelli , la magia del pianista Lang Lang y la orquesta y coros del Teatro de la Scala, otra música sonaba aún en el escenario de la Expo, situado a una decena de kilómetros de la ciudad: era la columna sonora de 7.500 obreros que han trabajado por turnos las 24 horas del día en los últimos meses para hacer posible al menos la inauguración. Se han empleado a fondo hasta el último segundo, corriendo entre los 53 espléndidos pabellones nacionales, plantando los últimos setos, flores y adornos.

Y no todo está acabado. «En el 1900 la Expo de París fue un éxito, pero el día de la inauguración casi ningún pabellón estaba listo», se consuela el alcalde de Milán, Giuliano Pisapia. Y el gobernador, Roberto Maroni, también quita importancia a los retrasos: «Si algunos detalles no están acabado el 30 de abril, se terminarán después. Al fin y al cabo, la Expo durará seis meses». Los lugares no terminados aún, se taparán con paneles, para que no se percate el turista y hacer bueno el refrán: «Ojos que no ven, corazón que no siente».

En cualquier caso, Italia confía en que la Expo será un éxito, con gran beneficio para la economía del país. Los organizadores esperan veinte millones de visitantes y calculan ingresos de 10.000 millones de euros, mitad de los cuales son aportados por las empresas extranjeras. Además, está prevista la creación de 19.000 puestos de trabajo en el interior de la Expo y poco menos de 80.000 en el exterior.

Aparte de los retrasos, la Expo ha estado envuelta en escándalos de corrupción, con varios detenidos de diversos partidos políticos, y excesos en los costes. Por ejemplo, el “Palacio Italia”, el símbolo de la Exposición, tenía un presupuesto de 40 millones y costará casi 100. También abundaron las polémicas: la decisión de escoger a McDonald’s y Coca-Cola entre los patrocinadores oficiales ha causado protestas de expositores como Slow Food, un movimiento internacional que promueve la elección de productos locales y de calidad.

Hay previstos miles de acontecimientos y conferencias dedicados a la alimentación, con más de 150 restaurantes en los que será posible probar la biodiversidad, como carne de cocodrilo, larvas e insectos en las área de degustación de los pabellones de países como Zimbawe, Tailandia y Méjico, y recetas con 1.900 especies de insectos comestibles. Se anuncia ya como uno de los pabellones de éxito el dedicado a la alimentación del futuro y la compra en el supermercado: Mediante videotecnologías, pasando la mano sobre una manzana o queso, por ejemplo, nos dirán todas sus propiedades y procedencia.

Los organizadores han elegido a Leonardo da Vinci como «personaje» de la Expo, para evocar su energía creativa y sed de conocimiento que alimentaron al gran genio toscano.

La Expo 2015 será la ocasión también para recordar que más de 800 millones de personas pasan hambre. El mundo está llamado en Milán para, en seis meses, construir una política alimentaria, y reflexionar con el objetivo de hacer un futuro mejor.