Los espeleólogos andaluces critican las trabas de las autoridades marroquíes

Este grupo se desplazó por su cuenta hasta Marruecos durante la noche del sábado al domingo, después de que no recibieran permiso oficial.

La zona donde se encontraban los tres espeleólogos atrapados forma parte de la cordillera del Atlas y está situada a unos 2.800 metros de altitud. Uno de los mayores problemas que se presentaba era el riesgo de que los españoles sufrieran hipotermia. De hecho, las labores de rescate se desarrollaban con nieve alrededor.

«No nos han dejado», se ha lamentado Sánchez en una entrevista en Cope, en la que ha relatado que confiaban en que, al ser una organización privada, no hubiese recelos ni «conflictos» por una «invasión de soberanía, entre comillas» y se le permitiese poner medios técnicos y humanos a disposición del Gobierno marroquí. No obstante, se ha mostrado comprensivo: «Entramos en temas lógicos de soberanía de los países».

Sánchez ha relatado que no han podido hablar aún con el excursionista superviviente, Juan Bolívar , que ingresó anoche en un hospital de Uarzazate tras ser rescatado de la sima en la que habían caído. Según ha dicho, habló sobre las 1.15 con desplazados a Marruecos y éstos sólo pudieron verle «de refilón» porque «el hermetismo de la Gendarmería (marroquí) es muy fuerte».

Sin embargo, ha enmarcado en la normalidad esta situación, ya que el espeleólogo rescatado está hospitalizado. Aunque no tenga heridas, ha recalcado, necesita descanso y recuperarse de la hipotermia, a lo que se suma que Bolívar ha sufrido una «situación personal importante» porque «ha visto morir» a sus compañeros de expedición, Gustavo Virues y José Antonio Martínez .

Aunque no los conocía a todos personalmente, Sánchez ha recordado que los tres eran montañeros experimentados y que esta expedición estaba planificada «al minuto». «Yo tengo el proyecto de esta expedición y son 39 folios», ha relatado.