El Papa reza por «los mártires de hoy» en la fiesta de San Esteban

El Papa comenzó explicando que celebrar tan pronto la fiesta del primer mártir y recordar en la misa las palabras de Jesús «Seréis odiados por todos a causa de mi nombre» no echa a perder la celebración de la Navidad «sino que la libera de un falso revestimiento dulzón que no le corresponde».

Con muchísima fuerza, el Papa invitó a «dar testimonio de Jesús con la humildad y el servicio silencioso, sin miedo de ir contra corriente y de pagar personalmente el precio». Francisco subrayó la valentía del diácono Esteban, lapidado en Jerusalén, e insistió en la importancia de la coherencia: «cada cristiano tiene que pensar, sentir y vivir como un cristiano. No pensar como un cristiano y vivir como un pagano».

Después de felicitar «a todos los que se llamen Esteban o Estefanía», el Papa comentó que había recibido muchísimas felicitaciones de Navidad, «pero como no me es posible responder a cada uno, manifiesto hoy a todos mi agradecimiento, sobre todo por el regalo de la oración. ¡Que es Señor os lo recompense con su generosidad!».