Absueltos los activistas de Greenpeace por el asalto a la central nuclear de Cofrentes

Por romper una valla y pintar «Peligro nuclear» sobre una de las torres de refrigeración, los ecologistas se enfrentaban a penas de dos años y ocho meses de cárcel, así como a una multa e indemnizaciones de casi 360.000 euros. Finalmente, el único delito que recoge la sentencia es el de daños a la central por la rotura de la valla y otros desperfectos menores. Por todo ello, se les condena a pagar 2.232 euros más una pena de multa de seis meses con una cuota diaria de seis euros, que asciende a un total de 17.280 euros.

Mario Rodríguez, director de Greenpeace España, celebraba que la sentencia haya dejado claro que «han sido en vano los intentos de criminalizar la protesta pacífica y el activismo ecologista. Demuestra que la protesta en la central nuclear de Cofrentes fue siempre pacífica y que jamás se dañó a nadie», ha declarado .

En el caso del fotoperiodista independiente Pedro Armestre la absolución de los cargos es total. La organización declara públicamente la satisfacción ante esta decisión, ya que refleja el respeto por el derecho a la información independiente y por los profesionales de la información que ejercen de testigos y altavoces de los hechos. Con todo, la sentencia no es firme y se abre un plazo de diez días en el que cualquiera de las partes podrá interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Valencia.