España, a la cola de los países de la OCDE en eficiencia educativa

De este modo, el estudio recoge que España, junto a otros países como Alemania, Austria, Países Bajos, Suiza, Dinamarca, Portugal, Italia e Irlanda, tienen un mejor rendimiento en términos de calidad que de eficiencia, siendo considerados «más efectivos que eficientes». Estos datos reflejan que ha una «sobredimensión» en el sistema educativo español, debido a un «gasto excesivo».

Además, el informe muestra que los países con mayor rendimiento son Finlandia, Japón y Corea; entre los más eficientes y efectivos se encuentran Australia, República Checa, Nueva Zelanda y Eslovenia; los de mayor eficiencia frente a eficacia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal, España y Suiza; más eficientes que efectivos son Francia, Hungría, Islandia, Israel, Noruega, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos; por último, entre los ineficientes e inefectivos se encuentran Brasil, Chile, Grecia, Indonesia y Turquía.

Por otro lado, el informe apuntó que España podría corregir su ineficiencia y alcanzar los mismos resultados obtenidos por Finlandia -que aparece en el ranking como el país más eficiente de la OCDE- si incrementase los ratios de alumnos por profesores en un 68%, pasando de los 10 actuales alumnos por profesor a 17 alumnos por profesor.

Además, recoge como alternativa la posibilidad de que el sistema educativo español mejore sus resultados en la evaluaciones PISA , reduciendo los salarios del profesorado en un 20%

No obstante, el informe no llega a recomendar en la práctica los cambios en el ratio de alumnos y profesores y deja claro que pueden existir motivos relacionados con el mercado laboral, de tipo cultural, económico o político que hacen imposible alcanzar esa «eficiencia máxima, sin una serie de consecuencias negativas». Sin embargo, revela que la aplicación de cambios en los salarios de los profesores y en el ratio alumnos y profesores puede mejorar la eficiencia, significando esto que los gobiernos cuentan con las herramientas políticas para modificar estas situaciones.

En cuanto al gasto de los 30 países de la OCDE incluidos en el estudio, el documento recoge que en conjunto invirtieron un total de 2,2 billones de dólares en sus sistemas educativos cada año. Además, se ha incrementado durante décadas el porcentaje medio del PIB que estos países dedicaron a la educación.

En relación a las conclusiones, el informe muestra que es posible la obtención de «resultados excelentes» con un número de alumnos relativamente alto por aula. Además, revela que Estados Unidos se encuentra en el tercio inferior del índice de eficiencia, pues al ser el país más grande de la OCDE, tiene un gasto total en educación cinco veces superior al de cualquier otro país incluido en el estudio y paga salarios muy altos a sus profesores.

También considera que los países pueden ser ineficientes, «tanto si pagan de forma insuficiente a sus profesores como si lo hacen de forma excesiva». Así, señala que algunos países, como Indonesia y Brasil, son ineficientes porque el salario bajo que ofrecen a los profesores hace que sea difícil contratar y retener a personas altamente capacitadas para ejercer esta profesión. Por otra parte, subraya que los elevados sueldos que ofrecen países como Suecia o Alemania a profesores que ya han alcanzado la excelencia, «pueden evitar el aumento del rendimiento y perjudicar a la eficiencia».

Por último, el informe revela que los países que muestran una alta eficiencia obtienen además resultados educativos elevados. En este sentido, cinco de los diez países mejor situados en el Índice de Eficiencia también se encuentran entre los diez primeros del informe PISA .