«Están desalojando a todos los enfermos, no va a quedar nadie»

«Con todas las infecciones hay posibilidad de contagio, aunque sea mínimo. Por eso se va a desalojar el hospital. Va a quedar vacío», explica Manuel Torres, el delegado del sindicato en el centro. «Ni las instalaciones de La Paz eran adecuadas para afrontar un caso como este, ni el personal está lo suficientemente preparado para actuar tal y como lo exige la OMS. Solo unas pocas personas hemos podido entrenar con un protocolo similar, como puede ser el ántrax».

Desde la Comunidad de Madrid afirman que el riesgo de contagio es mínimo, que el equipo destinado a tratar al misionero está perfectamente entrenado y los equipos de protección listos para su uso. Solo una parte del personal se quedará para atender a los infectados, el resto irá a La Paz. «Nosotros no sabemos prácticamente nada. Nos han dicho que mañana no vengamos a trabajar aquí, que nos vayamos a La Paz y ya nos irán diciendo», explica una trabajadora social del centro.

Durante todo el día de ayer, el equipo recibió un curso sobre cómo enfrentarse al tratamiento del virus. Muchos de los trabajadores nunca habían trabajado con los trajes de protección que se necesitan con enfermos de ébola . «Si el hospital tenía una unidad preparada para afrontar el virus, lo conveniente hubiera sido dejarla en pausa antes de su reconversión», explica Torres.

«Hay personas que están realmente perjudicadas, enfermos que todavía están pendientes de hacer tratamientos y más pruebas, y que no tienen ni idea de dónde se las van a seguir haciendo», cuenta Ana Ramírez, madre de una anciana de 85 años que sufre demencia senil. «Nos hemos enterado hoy que teníamos que venir al hospital porque daban el alta a mi madre, es increíble».

Los 30 pacientes a los que no se les ha dado de alta serán trasladados del Carlos III al edificio de La Paz-Castellana con el mismo personal que les atendía para sus cuidados de media estancia, pero todavía no se sabe cuándo se reanudará la actividad normal.

«Del 15 al 17 de julio estuvimos en Urgencias, en La Paz, esperando en un sillón, y como no había disponibilidad nos mandaron aquí, al Carlos III», explica Ana mientras entre ella y su marido guardan la silla de ruedas de su madre en el coche. «Y de pronto te dicen que aquí no, que o le dan el alta o nos tenemos que volver a ir otra vez al edificio de La Paz porque van a desalojar todo el hospital. Con la de dificultades que suponen los traslados hospitalarios para la gente mayor».

En el desfile de ambulancias y coches que salen del hospital los familiares de los pacientes que aun están dentro esperan resignados que les toque subir a recogerles. «Esto es una vergüenza. Trasladar a mi padre es muy díficil porque tiene que estar inmovilizado. Y encima nos enteramos hoy por la mañana», cuenta el familiar de uno de los pacientes afectados. «¿Pero de verdad van a poder tratar al infectado aquí? Estamos hablando de ébola, no es cualquier tontería, puede ser peligroso».