La entrañable amistad entre un niño de 3 años y un veterano de la Segunda Guerra Mundial
Emmett y Erling, a los que separan 86 años, viven puerta con puerta en Farmington (Minnesota) y son inseparables
abc.es
Emmett tiene tres años. Erling, 89. Una diferencia de edad que no impide que estos vecinos de la localidad de Farmington, en Minnesota (Estados Unidos), se hayan convertido en amigos inseparables . Lo hacen todo juntos: plantar tomates, montar en bici o jugar al ... béisbol. Incluso, cuando Erling se sube a su tractor, Emmet hace lo mismo con el suyo... una réplica de juguete.
Curiosamente, los padres de Emmett, Bryan y Anika Rychner, apenas entablaron contacto con su vecino Erling durante una década. Hasta que su hijo pequeño lo cambió todo . «Erling plantó unos tomates y Emmet siempre le preguntaba: "¿Tienes tomates?"», relató el padre del pequeño a ABC News .
Ahí prendió la chispa de una amistad que les llevó a pasar juntos cada hora del día. «Nos sentimos muy afortunados de tener a Erling en la vida de Emmett. Mi abuela murió el año pasado y Emmett estaba muy unido a ella. Para él, Erling es como su abuelito», relata Anika Rychner. « Es genial para los dos : Emmett mantiene joven a Erling, y éste es increíblemente paciente con Emmett», le secunda su marido. «Siempre le dedica el tiempo necesario a explicarle todo a un niño de tres años. Básicamente están juntos todo el día».
El entrañable dúo, sin embargo, se dispone a afrontar un duro trago, el de su inminente separación. Como recoge la web Kare 11 , los Rychner darán finalmente el paso de mudarse a una casa más grande , después de haber vendido su vivienda. Cuando le dieron la noticia a Erling este reveló que tenía los mismos planes. A punto de cumplir 90 años, sus familiares le han convencido para que se traslade a una residencia de ancianos.
Lo más probable, no obstante, es que no pierdan el contacto. Erling podría elegir una residencia situada a tan solo cinco minutos del nuevo hogar de Emmett, en la localidad de Dundas. «No será lo mismo pero sin duda dejaremos que vuelvan a estar juntos », remacha Anika Rychner, que confiesa que lloró cuando anunció al veterano de guerra que su pequeño amigo dejaría de vivir en la casa de al lado.
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