El Papa desafía el sábado a la mafia calabresa en su propio terreno

Los cadáveres tiroteados y calcinados en su propio automóvil son la firma salvaje de la mafia calabresa. «Cocó», como todo el mundo llamaba al pequeño Nicolás, había nacido en la cárcel mientras su madre cumplía condena. Fue asesinado junto con su abuelo materno y la compañera sentimental de éste.

El Santo Padre condenó el asesinato en el Ángelus del 26 de enero, pero este sábado hará todavía algo más. Visitar al padre de «Cocó» en la cárcel de Castrovillari, donde probablemente se reúna también con el asesino del sacerdote Lazzaro Longobardi , asesinado el pasado mes de marzo delante de su iglesia en Síbari, la antigua colonia griega de Síbaris, famosa por su cultura refinada. En todo caso, por la tarde, el Papa rezará en el lugar donde el párroco fue asesinado a base de golpes y golpes con una barra de metal por negarse a ceder a una extorsión.

La visita del Papa a esa zona remota del sur de Calabria sumará nueve horas de gran intensidad. El helicóptero del Santo Padre aterrizará delante de la cárcel de Castrovillari para visitar a los reclusos, a quienes dirigirá un discurso.

Después, en Cassano allo Jonio, visitará a los enfermos en el hospicio «San José Moscati», un médico de Nápoles, y se reunirá con los sacerdotes diocesanos en la catedral.

Por la tarde visitará a los ancianos en una residencia y celebrará una misa al aire libre a la que podrían asistir unas cien mil personas a pesar de que la zona es muy rural, y solo hay pequeños pueblos en docenas de kilómetros a la redonda.

Precisamente el viernes, durante su encuentro con los participantes en la «Conferencia Internacional de Lucha contra la Droga», el Papa se opuso con fuerza a la legalización de las drogas blandas y aconsejó máxima dureza contra los «narcos». La mafia calabresa, más despiadada y más rica que la Cosa Nostra siciliana, obtiene buena parte de sus ingresos del narcotráfico internacional.

El pasado mes de noviembre, el fiscal adjunto de Reggio Calabria, experto en la lucha contra la ‘Ndrangheta, advirtió que la limpieza en el Banco del Vaticano molesta a esa organización criminal, que lo ha utilizado para blanqueo de dinero. Según Nicola Gratteri, «el Papa Bergoglio está desmontando centros de poder económico en el Vaticano, si los jefes mafiosos pudiesen ponerle una zancadilla, no lo durarían ».

El Papa se reunió el pasado mes de marzo con centenares de familiares de víctimas de las mafias en una iglesia de Roma, cerca del Vaticano. Tras escuchar la lectura de los nombres de las 842 víctimas inocentes, incluido «Cocó», el Santo Padre invitó a los criminales a cambiar de vida y dejar de asesinar: « Convertíos. Os lo pido de rodillas ».