Miguel Carballeda: «Con este galardón se ha hecho justicia»

Según el acta, la actividad de la ONCE ha servido para impulsar la «dignidad y calidad de vida» de las personas con discapacidad . Esta labor, añade, sirve «de ejemplo a numerosas iniciativas internacionales que han seguido esta valiosa experiencia».

Miguel Carballeda (Pontevedra, 1959), presidente de esta organización desde hace diez años, responde a ABC pocas horas después de haber conocido la grata noticia.

—¿Esperaban el premio?

—La verdad es que estábamos en la lucha y esperanzados. Lograr un premio así es algo muy difícil aunque nuestra candidatura estaba apoyada por Mensajeros de la Paz, Cáritas, Manos Unidas, Cruz Roja Española y Unicef. Eso era algo muy importante. Estamos encantados y, humildemente, creo que se ha hecho justicia.

—¿Qué es lo primero que pensó cuando conoció la noticia?

—En muchos ciegos que conocí cuando llegué a esta organización con 17 años y lágrimas en los ojos, que ya no están entre nosotros. Por desgracia, en España nunca ha sido fácil ser ciego.

—¿En qué cree que cambiarán las cosas con este galardón?

—Lo más importante es que suponga una reflexión para la sociedad. Que la gente entienda que todos somos capaces, tengamos una discapacidad o no, de hacer las mismas cosas. En el fondo, esto es un reconocimiento a la sociedad civil organizada.

—También trabajan en Latinoamérica, ¿cómo están allí las cosas?

—Trabajamos a través de la Fundación ONCE para América Latina (FOAL) , con niños a los que apoyamos en su educación (lectura en braille, formación de profesorado, preparación de líderes para el futuro...). Y también en asuntos de empleo, ya que muchas familias logran sus únicos ingresos gracias a una persona que es invidente. Sin embargo, allí es todo mucho más difícil y les queda bastante por recorrer. Tienen muchas organizaciones de apoyo pero muy pequeñas y eso es un error porque lo importante es tener unidad de acción.

—¿Qué tiene que mejorar la sociedad española con las personas discapacitadas?

—Simplemente tratar las cosas con normalidad, lo que vamos logrando porque nos ven cada día en la calle. He pasado una semana en Francia y no he visto ni un solo ciego desenvolviéndose con naturalidad.

—Han logrado generar empleo durante la crisis, ¿cómo lo logran?

—Siendo competitivos. Tenemos la principal cadena de lavanderías industriales de este país. También con empresas de servicios donde casi todos los empleados son discapacitados. Y, por supuesto, tratando que las empresas contraten a estos trabajadores.

—¿Ha afectado la crisis a los proyectos de la ONCE?

—Ahora todo es mucho más difícil y si no fuera por nosotros y por la Fundación, imagínate dónde estarían estas personas. Recuerdo cuando el gobierno anterior habló de pleno empleo y ni siquiera se acordaron de nosotros. Ahora espero que la reforma laboral respete los límites de contratación, y preste la atención adecuada a los centros especiales de empleo. Ten en cuenta que la tasa de desempleo de los discapacitados es del 26,9 por ciento, casi cinco puntos superior a la del resto de trabajadores.