La costarricense curada por intercesión de Juan Pablo II sufría un aneurisma

Su neurocirujano ha confirmado a la prensa costarricense que el aneurisma desapareció en exámenes posteriores , sin que exista una explicación científica. “Médicamente, en teoría, nunca puede desaparecer un aneurisma porque es una dilatación. Científicamente yo no tengo ninguna explicación del por qué desapareció”, ha explicado el médico.

Durante una procesión

La mujer se trasladó a ciudad de Vaticano para cumplir con los procedimientos que marca la Iglesia católica en los procesos de canonización. Una vez allí, la mujer se sometió a otros examenes que ratificaron la ausencia del aneurisma cerebral.

Según la información del diario "La Nación", que cita una publicación de una página web, la mujer había pedido, durante una procesión y en presencia del párroco local, al fallecido beato Juan Pablo II que interviniera ante Dios por su estado de salud.

El periódico, que se reserva el nombre y la dirección de la paciente, señala también que la mujer tiene en su casa un pequeño altar en honor a Juan Pablo II.