Los termómetros callejeros miden mal

Estas temperaturas para nada pueden ser consideradas de récord y ni mucho menos podemos hablar de ola de calor, pero seguramente durante estos días veremos en la mayoría de telediarios termómetros callejeros que se acercarán sin piedad a los 50 grados.

Sin lugar a dudas, estos termómetros callejeros que en numerosas ocasiones están colocados en las marquesinas de los autobuses o en céntricas plazas, miden mal, muy mal y dan una información al espectador que dista muchísimo de la realidad. A continuación vamos a explicar los principales motivos de por qué jamás debemos fiarnos de este tipo de aparatos, que en la mayoría de ocasiones solo nos llevan a la confusión.

La respuesta es muy sencilla, y a la vez evidente. Los sensores encargados de medir la temperatura en estos termómetros callejeros están situados dentro de una caja metálica, la mayoría de las veces de color oscuro y carente de ventilación. Por lo tanto, si los rayos solares impactan sobre este artilugio, es bastante normal que la temperatura que muestran sea más alta, incluso hasta 10 grados más que la temperatura real del aire .

Solo hace falta colocar la mano en un día de calor y sol sobre una superficie oscura y comprobar por nosotros mismos qué pasa. Otro de los motivos es que estos termómetros están colocados muy cerca del asfalto o superficies que almacenan una temperatura muy superior a la temperatura del aire, que es el valor que siempre intentamos medir en meteorología.

En España jamás se han superado los 47º

Por lo tanto, ahora que ya sabemos que debemos desconfiar de estos termómetros y que en España la temperatura jamás ha superado oficialmente los 47 grados, os recomiendo que consultéis en la página de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la temperatura real del aire en vuestra ciudad y veréis como en casi el 100% de las ocasiones, la temperatura real es muy inferior a los registros que marcan estos termómetros callejeros.

¿Es imposible conocer la temperatura real a la que estamos cuando vamos por la calle? Claro que no es imposible y simplemente tendría que cambiar el modo en el que se ofrecen este tipo de datos.

Los termómetros callejeros tendrían que funcionar a modo de paneles informativos , en los que se suministrasen los datos obtenidos por estaciones meteorológicas oficiales, que midan de forma correcta la temperatura y otras variables meteorológicas de interés, como puede ser la humedad relativa del aire, el nivel de contaminación o información para alérgicos.

De este modo, con una red de estaciones oficiales bastante amplia, podríamos conocer con auténtica precisión la temperatura real que hace en la calle cuando circulamos por ella. De esta forma desaparecerían falsos mitos sobre la temperatura de nuestro país y sobre todo podríamos elegir de un modo mucho más fiable con qué tipo de vestuario podemos salir a la calle. Y es que cuando algo se puede mejorar, ¿por qué hemos de conformarnos?