Las víctimas de tráfico reclaman un trato más humano
En el estudio realizado por la Fundación Mapfre y la asociación Stop Accidentes destaca la importancia de que se aumente la rehabilitación en la sanidad pública
Un accidente de tráfico puede provocar la pérdida de uno de los miembros de la familia o una situación de dependencia , que en muchos casos, se agrava y provoca gastos económicos extraordinarios añadidos al drama humano. Las víctimas de tráfico sienten que sufrir un accidente con graves consecuencias es una carrera de obstáculos para ellas y para sus familias. Así se recoge en el estudio «El día después de los accidentes de tráfico: perspectiva de las víctimas», realizado por el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre , en colaboración con la asociación Stop Accidentes .
Según el informe, las víctimas consideran que, excepto en el momento del accidente, existe escasa coordinación entre las diferentes instituciones , lo que les obliga a dirigirse de forma individual a cada una de ellas. A esto se suma el gran número de gestiones burocráticas, como solicitud de certificados, permisos o documentos, que deben realizar con médicos, policías, jueces, abogados y compañías de seguros.
Además, en la mayoría de las ocasiones esos trámites se han de llevar a cabo en el mismo periodo de tiempo con diferentes Administraciones y en difíciles circunstancias emocionales para los familiares, a quienes no se consideran como víctimas, y que a la postre son las personas más cercanas de los accidentados, quienes después del siniestro se ven enfrentados a una serie de negociaciones con distintas instituciones sanitarias, de justicia, trabajo o aseguradoras.
Reclamaciones habituales
En la misma memoria se proponen algunas iniciativas que les ayudarían a superar las secuelas de un accidente e identificar las barreras que más perjudican a las víctimas y a sus familiares. Entre éstas, destaca la importancia de que se aumente la rehabilitación en la sanidad pública y que ésta se inicie rápidamente . El informe insta a estudiar la posibilidad de ayudar económicamente a las familias para paliar los gastos.
Las víctimas también reclaman a los Cuerpos de Seguridad que su trato no sea rutinario y que mejoren la elaboración de los atestados ; a los abogados, que utilicen un lenguaje comprensible ; al sistema judicial, que tenga en cuenta que la indemnización es insuficiente cuando no va acompañada de una sanción al infractor, y a las aseguradoras, que garanticen a las víctimas una atención personalizada , que no se limite a cuantificar el daño y pagar.
En la misma línea, se hace hincapié en desarrollar planes de formación para que las relaciones con las víctimas sean más humanas, que exista coordinación entre todos los implicados y que cada administración entienda que su trabajo es complementario. El estudio propone la figura de un mediador , que se encargaría de realizar todas las gestiones burocráticas en nombre de la víctima.
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